Al escuchar que el señor Benítez y Fernando habían llegado a un acuerdo, Christian no pudo evitar reír.

—Christian, ¿por qué te ríes? —el señor Benítez y Fernando lo miraron fríamente.

—Me río de lo ingenuos que son ustedes dos.

—Fernando, permíteme decirte que la familia Medina probablemente ya esté en problemas.

—¿Acaso te imaginas liderando a la familia Medina para unirse a la familia Ortiz? ¡Es realmente ridículo! —Christian soltó una risa fría.

—¿La familia Medina en problemas?

—¡Eso es imposible!

Fernando estaba sorprendido, con una expresión de asombro y duda, sin entender por qué Christian decía eso.

—Cuando llegué a la familia López hace un rato, ya le informé a Víctor y le pedí que llevara a su gente para eliminar tu refugio.

—Si todo va como estaba planeado, tu bastión ya debe estar en sus manos —Christian sonrió con frialdad.

Desde que se enteró de que Carmen y Andrea habían sido capturadas por Valenciano en la familia López, Christian sospechó que Fernando había establecid