La voz de Christian se volvió más fría, ocultando su tristeza y vulnerabilidad interna.

—¿Qué estás diciendo?

—¿Acaso quieres que me comprometa con Iñigo?

Carmen habló un poco molesta, pero Christian no lo percibió.

—Si no quiero, ¿qué puedo hacer?

—La última vez, debido a la interferencia de Daniel y Alejandro, rompiste conmigo decidido a defender los intereses de la familia. Pero esta vez, no pensé que también me dejarías para ayudarlos a recuperar la familia.

Christian se rio irónicamente, su tono estaba lleno de melancolía. Se sentía como un tonto, una y otra vez dando todo por Carmen, pero a cambio, recibía heridas repetidas.

El impacto que esto le causó era incalculable.

—¿Quién dijo que quiero dejarte?

Carmen estaba enojada y divertida al mismo tiempo.

—¿Necesitas siquiera preguntarlo?

—Ya escuché con mis propios oídos lo que sucedió hace un momento, ¿puede haber algo falso en eso?

Christian se rio con ira.

—Bueno, si no confías en mí de esa manera, entonces me iré.

Carmen habló