—Christian, pensé que realmente podrías despertar al abuelo, ¡pero resulta que solo estabas fanfarroneando!— dijo Alejandro con una mirada burlona al enterarse de que Christian no tenía la capacidad de despertar inmediatamente a Daniel.

—Papá, curar a alguien no es como comer o beber. ¿Cómo podría ser tan fácil?— Carmen se quejó con desagrado. —Además, la condición del abuelo es grave. Christian necesita unos días para hacerlo. ¿No es normal?

—No necesariamente—respondió Alejandro con desdén. —La última vez tus heridas eran mucho peores que las del abuelo, y Christian te despertó rápidamente. Sin embargo, ahora ni siquiera puede despertar al abuelo. ¿Cómo podría curar su enfermedad?

—Si me preguntas, seguramente se ha equivocado en el diagnóstico esta vez, y la medicina no es la correcta—añadió con frialdad. Dado que él nunca creyó que Daniel hubiera sido atacado en secreto, siempre había dudado de los diagnósticos de Christian. Solo debido a la protección de Carmen, tuvo que ceder.

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