Capítulo 74

Adriana abre los ojos nerviosa

—Reina yo no...

—Vete, si te ven hablando conmigo te darán un castigo, solo no creas en ella y cuando puedas ayudarme, compadecete de mi

Zaira le ordena de un solo grito que se vaya, Adriana baja las escaleras con gran rapidez.

Se encuentra con la loba que organiza su ropa

—¿Que hacía arriba reina? Sabe que está prohibido que alguien diferente a mi, vea el estado de nuestra reina madre.

—Si te soy sincera me dió miedo, solo subí un par de escalones por curiosidad, Pero regrese, jamás subiré allí.

Adriana miente, le entrega la comida a la loba que obedece y le cree sus palabras.

Al llegar a casa, Pierce la abraza, baila con ella

—¿Dónde estabas? Quiero compartir esta felicidad contigo.

—Fui a llevarle la cena a tu madre como cada día, quiero hacerte una pregunta ¿Gema o tu la han visto?

El rostro de Pierce cambia de inmediato, suelta las manos de Adriana con algo de brusquedad

—No, ninguno de los dos quiere verla con la razón perdida, Valeria