Capítulo 42

Lucia abre los ojos nerviosa, siente un fuerte escalofrío en su piel al leer aquella invitación que desea rechazar.

—Yo no puedo ir a ese lugar, es claro que debo desistir.

La loba suspira, pues aquella invitación remueve las heridas de ese pasado doloroso que quiere olvidar.

—Creo que deberías ir, mostrarle al idiota de Leonardo que estás mejor sin el.

La loba niega con la cabeza, aún no se siente preparada de verlo después del destierro, de sus palabras crudas y su desprecio.

Se encierra en su habitación, le duele saber que ellos siguieron con su vida, mientras su bebé y ella estuvieron solos, de no ser por Peter.

En su cabeza el deseo de venganza estuvo presente, pero Peter siempre fue claro en no apoyar esa decisión, quizás porque sabía que quien saldría lastimada era ella.

Vincenzo quiere que Leonardo sufra, que incluso crea que el gano la batalla, es por eso que decide mover un poco los hilos.

Llega a la habitación de Lucia con un te para que pase el trago amargo de