La venganza de una madre soltera
La venganza de una madre soltera
Por: Gena Jim
Prólogo

Todo empezó cuando cumplí mis dieciocho años, toda joven sueña que ha sus dieciocho hace una gran fiesta con todos sus amigos un gran bizcocho, muchos amigos, bebidas, musica, borracheras etc... Luego de eso renta un depa y se va a vivir sola... Pero ese no fue el caso... La gran sorpresa que me dierón es que debía de ir a vivir con un hombre que apenas conocía, según mi madre la empresa de mi padre estaba en banca rota y la única que podía salvarlo era yo, ya que era la única inútil, que por lo menos sirviera para eso.

-Pero madre, apenas acabo de cumplir mis dieciocho aún soy joven para casarme. Digo desesperada, no quería casarme, apenas soy una adulta, aunque hay jovenes que se casan de doce, trece, y catorce... pero ese no era mi caso no quería casarme.

-Ya tienes dieciocho años eres toda una adulta Cecilia no eres una niña deja de ser tan infantil. Me mira con una risa burluna mi hermana mayor por dos años.

-Tu hermana tiene razón Cecilia, aprende de élla y se útil por una vez en tú vida. Habla levantandose del comedor para dejarme con mi hermana.

-Mirian por favor ayúdame no dejes que me hagan esto, por favor te lo suplico. Le hablo a mí hermana dejando caer mis lágrimas.

-Las lágrimas no arreglan nada hermanita, además Victor es joven apenas tiene veinticinco años, deberías de estar agradecida de eso, todos mueren por él. Dice para levantarse y mirarme con burla.

Suspiro al quedarme sola en la mesa del comedor.

Mi hermana es el orgullo de mi madre, la mejor en sus calificaciones de la escuela, aunque sé que se debe a que se acuesta con los maestros... Es de cabello castaño, ojos azules, alta, toda una modelo.

Mientras que yo tengo el cabello negro, ojos negros como la noche no soy muy alta, pero al menos tengo un cuerpo excelente, cadera fina, mucho pecho y un gran trasero.

(...)

No dejaba de llorar mientras era obligada por mis padres a preparar mis maletas... De verdad era una inútil.

La hora de irme llegó y un joven muy guapo en un lujoso auto fue a buscarme tarde en la noche.

-Señor y señora Williams, mañana a primera hora recibirán el dinero suficiente para su empresa. Habla muy sonriente el joven.

Mis padres asienten con los ojos brillantes y se retiran sin decir mas nada.

El joven sonríe y me abre la puerta del auto.

Bueno tal vez no sea tan mala idea irme con él y quizás con el tiempo si nos llevamos bién nazca un bello amor.

Que lejos de la realidad estaba, no todo es como un cuento de adas.

Al llegar a su enorme mansión lujosa me llevó a un pequeño cuartucho con un baño.

-Esta será tu habitación, no tienes permitido salir a menos que te ordene ¿Te quedó claro? Habla con la voz fría.

Asiento con un poco de miedo.

-Otra casa más, a los ojos de todos eres mi prometida y nos casaremos cuando tengas veinte años, así que ni una palabra de esto nadie o tendrás que asumir las consecuencias ¿Entendido?

Otra vez asiento como una estúpida.

-Eso me gusta... Ahora quitate la ropa. Demanda

¿-Que? Hablo asustada.

-No me gusta repetir las cosas dos veces Cecilia... Quitate la ropa. Habla empujandome dentro de la habitación.

-No por favor, no hagas esto. Suplico con lágrimas.

-Jajaja, que no haga esto... Déjame decirte querida con tu cuerpo pagarás cada centavo del dinero que les daré a tus padres, así que es mejor que empieces a complacerme.

Mis lágrimas y gritos no lo detuvieron él muy maldito destrozó mi ropa, me golpeó por no cooperar y tomó mi cuerpo... Mi primera vez, cada joven sueña que su primera vez sea especial... Pero él destruyó mi sueño.

Desde ese día comenzó mi calvario, no tenía celular, ni ordenar, nada de tecnología, solo una pequeña TV, que me permitía mirar todos los chismes de la sociedad podrida en la que estamos.

En donaciones importantes mis padres y hermana pasaban por mí y ante todos tenía que fingir que era feliz con mis padres y prometido de lo contrario recibía una golpiza.

Mi hermana se burlaba constantemente de mí, incluso llegó a golpearme por pedirle que me ayudara a escapar.

Pensé en quitarme la vida, pero nunca tuve el valor de hacerlo, pensé en escapar, pero la primera vez que lo hice casi me mata a golpes, así que no estaba dentro de mis planes, solo me quedaba esperar el mejor momento y ver que hacer.

Victor me obliga a tener relaciones sexuales con él casi diario y lo peor de todo era que tenía que fingir que me gustaba si no era golpeada... Estaba cansada.

Dos meses pasaron y las naunsea y mareos me atormentaba cada día.

-Un médico vendrá a verte, no puedo estar con una mujer que no me sirve. Dice y sale de la habitación dando un portazo.

Solo suspiro y espero.

Él médico llega y me revisa junto a Victor que me mira molesto, como si fuera culpable de enfermarme.

Me hacen los análisis necesario y luego de varias horas.

-Felicidades señorita Williams está embarazada de cuatro semanas, aquí les dejaré las vitaminas necesa...

-No hace falta doctor puede retirarse. Habla Victor sin expresión.

El doctor me mira con lástima y se retira.

-Mañana a primera hora irás a sacarte esa cosa. Dice mirando mi vientre con odio.

-Pero...

-Nada de peros cecilia, Andrés te llevará no te pueden ver conmigo, así que no intente nada estúpido.

Asiento bajando la cabeza y el sale de mi habitación.

Mañana será el momento perfecto para escaparme, gracias bebé por esta oportunidad, prometo amarte incondicionalmente. Pienso mientras paso mi mano por mi vientre plano.

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