Noah de un cajón sacó una carpeta con varios documentos, la colocó sobre la mesa, colocó las manos sobre los hombros de Amelia y ayudó a que tomara asiento ejerciendo presión sobre ella. —Por favor Noah no me trates así, estás lastimando —Amelia le hizo saber, pero sus palabras para Noah no tenían importancia.—Coloca tu firma y tu huella al terminar los documentos, por favor no te rehúses, porque mi paciencia se agotó y te juro que no podría soportar una estupidez más de tu parte —Amelia se preocupó ante la manera de hablar de Noah.Amelia se levantó de la silla, negó con su cabeza e intentó hablar con él, Noah apretó los labios y resopló con fuerza. —Ahora me doy cuenta que estaba completamente equivocado contigo, no eres la mujer que pensé que eras, aquello que un día demostraste ha desaparecido —espetó Noah observando con desprecio a Amelia. —Tienes todas la razón, ahora soy diferente porque me encuentro enamorada —Noah rebuzno—. Sí, estoy perdidamente enamorada de ti y ya nada
Mientras tanto, en el interior de la empresa Daniele y otros cuantos hombres más fueron rápidamente a atender el llamado de Sophia, ante la presencia del hombre de confianza de Alessandro ella sintió que el alma regresaba a su cuerpo. —¿Está bien señora, qué le sucedió, necesita que llamemos una ambulancia? —preguntó Daniele al notar el terrible estado en el que se encontraba Sophia.—Estoy bien, a partir de este momento me siento una mujer diferente, y todo comenzará a cambiar, necesito que me acompañes —Daniele asintió y fue detrás de Sophia.Sophia irrumpió en la oficina de Noah, y comenzó a revisar minuciosamente todo a su paso, mientras observaba un documento se sentó en la silla mostrando cara de sorpresa.—¡Son hermanos! —exclamó—. Noah y James son hermanos, ahora logro comprender todo a la perfección, ese desgraciado se acercó a mí únicamente porque Noah se lo pidió, si hubiese sido que no hubiera encontrado el amor en Alessandro posiblemente hubiera caído redonda en sus deta
El día comenzó más antes de lo normal, Sophia estuvo a primera hora en la empresa, confiaba en la eficiencia de Daniele y estaba completamente segura que iba a presenciar un excelente momento.Sophia se encontraba sentada con la espalda recostada en la silla mientras que bebía una taza de café, frente a ella se encontraba sentado Daniele, los minutos transcurrían y los nervios se apoderaban de ella. Amelia ingresó bastante molesta en contra de Noah, la había obligado a traspasar todos sus bienes cuando ella pensó que las cosas iban a ser diferentes, tras de ella caminaba Noah con la frente en alto disfrutando su nuevo logro. Los dos ingresaron a la oficina de presidencia, Noah ajustó con fuerza la puerta y luego la tomó del brazo jalando su cuerpo contra el suyo. —Me importa muy poco si estás molesta conmigo, te exijo que me brindes respeto ante el personal que trabaja en esa empresa —exigió Noah mirando con odio.—No puedes pretender que te observe de una manera diferente, has abu
Palermo - ItaliaSemanas más tarde.Alessandro se encontraba bebiendo un vaso de licor mientras observa la hermosa vista siendo golpeado por la tranquila brisa, en lo único que podía pensar era en ella, en su esposa.—Señor Alessandro ya puedes seguir, el jefe se encuentra esperando —habló Dario.Alessandro simplemente se dio vuelta dirigiéndose a la habitación del abuelo, al llegar allí se acercó a él y besó sus mejillas. —Alessandro, muchacho, pero que gusto volverte a ver —habló Vittorio con aquel tono de voz ronca que lograba hacer estremecer a cualquiera. —Abuelo, el gusto es mío —respondió Alessandro inclinando la cabeza mostrando respeto.—Supongo que tu ausencia se debe porque has estado demasiado ocupado, espero que hayas tenido tiempo para dedicarle a tu esposa, muero de ganas por conocer a tu hijo —Alessandro apretó los labios y luego negó con su cabeza. —Ay abuelo, sí te contara lo que me ha sucedido solo sería motivo de una buena burla —espetó Alessandro.—Te ves difer
En aquellos momentos Alessandro lo que más deseaba era evitar cualquier tipo de contacto con su primo, él sabía muy bien que nada podría terminar bien.—Primo, primo, primo —comentó Paolo con aquel ridículo tono molesto en su voz.—Voy de salida y no tengo tiempo para perder contigo —espetó Alessandro intentando pasar por su lado, pero él se lo impidió. —¿Por qué tanta prisa querido primo?, mejor toma asiento y disfruta un vaso de licor, ha pasado un largo tiempo sin que podamos hablar como lo hacíamos en el pasado —Alessandro gruñó.—Sabes muy bien porque no se ha presentado nuevamente aquella oportunidad, eres el lado oscuro de esta familia y no pretendo enredarme en tus asuntos —Paolo soltó una sonora carcajada. —Me encanta escucharte hablar de esa manera, siempre te has sentido y has actuado como si fueras el lado bueno de lo que queda de nuestra familia —Paolo se giró y se ubicó frente a Alessandro. »Así no lo quieras aceptar eres un maldito y despiadado mafioso, el peor de to
Nueva York.Alessandro se encontraba de regreso en Estados Unidos, su propósito era más que claro, conquistar y recuperar el amor de Sophia, hacer que con él se sintiera segura.Se detuvo frente de aquel imponente edificio, apretó los labios y exhalo, se la iba a jugar toda para conseguir que Sophia y él fueran uno solo.Luego de tomar aliento Alessandro ingresó tranquilamente, fue al ascensor directo al piso de presidencia, lo primero que notó al descender del ascensor fue que habían reemplazado a Olivia.Sin brindar importancia a aquel cambio, Alessandro camino directo a la oficina donde se encontraba ubicada Sophia, no se tomó la molestia de llamar a la puerta, simplemente abrió e ingresó para darle la sorpresa de su regreso, pero quien terminó sorprendido fue él, ya que allí se encontraba otra persona. —Pero que susto me ha dado señor Alessandro —comentó aquella mujer.—¿Qué hace aquí y dónde está Sophia? —preguntó con un tono de voz rígido y cortante. —La señora Sophia me ha ub
Alessandro se levantó y fue hasta donde ella se encontraba, estiró su brazo y abrió la mano queriendo tomar de su cintura para luego girar su cuerpo y besar sus labios y decirle que la amaba sinceramente, pero en ese momento se detuvo. —Ya déjame tranquila Alessandro, ¿acaso no ha sido suficiente con todo el daño que me has hecho? —Alessandro dobló la cabeza y exhaló con fuerza. —Lo siento, solo pensaba en mí, me dejé llevar por la situación y actúe como siempre lo solía hacer, no estaba acostumbrado a este tipo de relaciones, nunca tuve que preocuparme por los sentimientos de los demás, pero ahora me estoy dando cuenta de los errores que cometí.»Estoy dispuesto a ser un hombre diferente, uno que te hará sentir feliz, uno que te hará sentir que estás protegida y que no permitirá que nadie más te haga daño y que cada día vas a sentir que a su lado estás completa —Alessandro intentó acercarse pero ella se rehusó.—No, ya no quiero esto para mí, he logrado descubrir que estoy mejor so
Sophia luego de salir de la empresa de su padre sentía que su corazón se quería salir de su pecho, nunca llegó a creer que iba a ser capaz de hablarle de aquella manera a Alessandro, amaba con todas sus fuerzas a aquel hombre, pero al mismo tiempo sentía todo lo opuesto, a aquellas alturas lo único que deseaba era hacer que todo se aclarar. Sophia tomó el teléfono móvil y se puso en contacto con Daniele, una vez que él hizo presencia subió al auto y condujo a toda prisa, ella se mostraba bastante nerviosa, además las palabras de Alessandro aún continuaban marcadas en su cabeza, no podía negar que haberlo visto nuevamente había logrado causar el efecto que ella suponía.«Alessandro es perfecto, es el hombre ideal, el hombre que quiero tener junto a mí por el resto de mi vida, y en estos moemntos me estoy debatiendo entre lo que mi corazón quiere o lo que la razón pide a gritos», pensó Sophia sintiéndose segura que nunca iba a perder a Alessandro.—Él ya se encuentra de regreso —coment