Horas más tarde. Palermo - Italia.—¡Noooo, por favor Sophia no me dejes! —gritó con fuerza Alessandro despertando en medio de una habitación de hospital, llevó la mirada a su alrededor sin comprender lo que estaba sucediendo, su cuerpo se encontraba conectado a diferentes cables, sentía como su piel se sentía caliente debido a la transfusión de sangre.La luz blanca golpeaba con fuerza sus pupilas, ver nuevamente a su esposa y sostener en sus brazos a su pequeño hijo era lo único que deseaba en aquel momento.—He muerto, finalmente Paolo logró conseguir acabar con mi vida y estaré condenado a pasar la eternidad en este maldito lugar a causa de todo el daño que le he causado a diferentes personas, especialmente a ella... la madre de mi hijo.El sonido de una puerta que se abría llamó su atención, levemente levantó la cabeza sintiendo un fuerte dolor en su pecho. —Permanezca recostado, por fortuna hemos logrado salvar su vida lo han traído en muy mal estado siendo casi imposible extr
Estados Unidos - Nueva York.Sophia se encontraba completamente destruida, el dolor superaba su punto máximo de tolerancia; era inevitable no pensar que a su esposo le había sucedido lo inevitable y difícil de no pensar, en ocasiones sintió fuertes deseos de ir junto con su hijo a Italia, pero luego se detenía a sentir miedo de perderlo todo. Ella se encontraba en el cuarto de su pequeño hijo jugando con él, debía hacer un enorme esfuerzo para hacerle ver que todo estaba bien, cuando más mal se sentía.Un alboroto en la parte de afuera llamaron su atención; rápidamente Sophia en una de sus manos tomó a su pequeño hijo y en la otra la pistola.—¿Ahora qué sucede, acaso se tratará de él? —cuestionó sintiendo miedo ante la posible presencia de Paolo.Vittorio comenzó a temblar y de repente rompió en llanto, Sophia se aferró a él abrazándolo y en medio de murmullos le decía que todo estaba bien.La puerta se abrió, un escalofrío recorrió todo su cuerpo, tragó saliva y apuntó directo a la
El hecho de estar nuevamente en la misma habitación, probando sus labios era un regalo para Alessandro, la muerte había sido benevolente con él y ahora no pensaba perder aquella oportunidad de hacer feliz a Sophia y a su pequeño hijo. Sophia se encontraba dispuesta a entregar su cuerpo como nunca antes, no hubo prisa, sus miradas profundas se conectaron, habían tantas palabras por decir que tan solo dejaron que sus besos y caricias lo hicieran por ellos. Entrelazaron los dedos, Alessandro besó su cuello, ella correspondió cerrando los ojos disfrutando las caricias de su amado; el temor de perderlo era tanto que no podía dejar de pensar en las palabras que salieron de la boca de Snake sobre lo que había investigado, más precisamente sobre aquel detective que se encontraba empeñado en capturar a Alessandro. —Entiendo que llevamos demasiado tiempo estando lejos, pero puedo notar que estás tensa, tu mente la tienes en otro lugar; si gustas lo podemos dejar para después, no hay ningún p
Días después.Alessandro se encontraba bastante emocionado, finalmente había llegado el día, vestía de manera elegante al igual que su pequeño hijo, los dos por supuesto visten igual, sus similitudes físicas son bastante elevadas.La propiedad se encuentra ambientada para el momento, sin duda alguna sería la boda del año; Snake se encargó personalmente de distribuir la seguridad, y más porque habrán demasiados invitados.Por más que Alessandro insistió a su esposa para que dejara en el olvido el trabajo en la empresa de su padre, ella se negó rotundamente, en aquel lugar creció y no puede darle la espalda a los sueños de su padre. A pesar de que era el día de su boda asistió desde muy tempranas horas para encargarse de unos cuantos negocios, su rostro se veía reluciente, su mirada brillaba y por primera vez una sonrisa en su rostro llamaba la atención. Al terminar de encargarse de aquellos asuntos tomó el bolso y se dispuso a disfrutar de su día, subió al ascensor y un piso más abaj
Luego de aquel cruce de palabras que tuvo Sophia con el detective, fue hasta donde era esperada para prepararla para la boda; al llegar allí no podía sacar de su cabeza aquellas palabras que salieron de aquel hombre asegurando desdicha sobre su vida si continuaba al lado de Alessandro. Unos cuantos minutos más tarde la tristeza desapareció de su rostro, sobre su cuerpo se encontraba aquel hermoso vestido blanco, con su gigante cola, sus ojos brillaban de la felicidad al estar cumpliendo uno de sus sueños. En sus manos entregaron un ramo y flores y luego todos en el lugar aplaudieron al unísono, Sophia se sonrojó al ser el centro de atención por personas que jamás había visto antes. Sophia junto con los hombres de Alessandro se dispuso a ir a la propiedad, recostó la espalda y luego la cabeza, se sentía nerviosa y al mismo tiempo ansiosa, dentro de pocos minutos sería oficialmente la esposa de Alessandro y lo haría por sus propios medios, aquella unión era lo que los dos más deseaba
En medio de los invitados Sophia se aferró a su esposo, aquel acto público la hacía sentir insegura y despertaba en ella varios temores, Alessandro al darse cuenta sobre su estado besó su mejilla brindando seguridad.—Amor, hoy es un día importante, no quisiera que tu sonrisa desapareciera nunca —le dijo cerca de su oído y luego le entregó una copa de champaña en su mano—. Salud por nosotros, por nuestro futuro que nos espera. —Siempre estaré a tu lado sin importar lo que suceda, no quiero arruinar el momento, pero creo que lo mejor es que vayas a un lugar seguro antes de que llegues a ser capturado, el detective Oliver se encuentra empeñado en capturarte y ponerte tras las rejas hasta el último segundo de tu vida.»Prefiero saber que estás lejos de mi, pero en libertad y no que vayas a prisión por el resto de tu vida, si tú estás bien yo también lo estaré —él negó con su cabeza.—Olvídalo, ahora todo es diferente, nada ni nadie me podrá separar de ti, me has hecho el hombre más feli
Algunas semanas más tarde.El rostro de Sophia luce diferente, se puede notar que aquella preocupación se ha quedado atrás, la luna de miel les sirvió para superar aquellas diferencias y fortalecer su unión. Una vez que el avión aterrizó, Snake esperaba por ellos.—Bienvenidos señor y señora Morelli —saludo haciendo una venia.—¿Qué hay de nuevo Snake, cómo van los negocios? —ante la pregunta de Alessandro él exhaló con fuerza. —Bueno, no muy bien que digamos; lamento recibirlo con malas noticias, pero prefiero que se entere por mi boca y no por la de otra persona.—No des tanto rodeo, solo habla —Snake apretó los labios y tomó impulso.—La policía ha logrado dar con uno de nuestros laboratorios, las pérdidas son bastante significativas, no suficiente con ello han logrado incautar uno de sus contenedores, al parecer atacan de manera feroz directo donde más duele...—Justo en el bolsillo —interrumpió Sophia.—Así es. Al continuar con aquellos operativos en nuestra contra las pérdidas
Mientras que Sophia se encontraba al frente de la empresa, Alessandro junto con sus hombres buscaban sin descanso los puntos débiles del detective Oliver. Una tarde lluviosa el momento que Alessandro tanto buscaba había llegado; a diferencia de todos los días Oliver se encontraba con tan solo dos compañeros.—El momento ha llegado, los otros dos deben morir, pero Oliver es mío —Snake alzó las cejas. —Señor, juntos hemos visto la clase de hombre que es Oliver, parece un maldito robot y si intentamos secuestrarlo no cederá hasta agotar la última bala de su proveedor para evitarlo —Alessandro gruño.—No importa que tan difícil sea su secuestro, necesito a como dé lugar tener frente a mí a ese desgraciado y dejarle claro que conmigo nadie se mete, ni mucho menos pueden amenazar a mi familia —habló mostrando su coraje.Luego de que Alessandro diera la orden, Snake junto a otros de sus mejores hombres abrieron fuego en contra de aquellos dos compañeros de Oliver; en cuestión de segundos e