Mientras Stile explicaba rápido el plan B, Raven sintió como alguien agarraba su mano. Al girar su rostro vio como Lawson llevaba esta misma mano a su boca. La lengua de él pasó por encima de una herida que tenía allí.
-No tienes que hacer eso- le dijo ella intentando apartarla, pero el agarre de él era firme.
Lawson alzó los párpados mirándola firmemente. Se notaba molesto, no, frustrado.
-Estás herida, déjame limpiarte- dijo él para lamer por encima de la herida. Esta cerraría rápidamente dada su naturaleza lobuna, pero, aun así, él quería lamerla, la saliva ayudaba al proceso. Y obvió la pulsada de placer que le dio saborear la dulzura de la sangre de ella, que se sintió mucho mejor ahora que eran parejas enlazadas.
Raven no se resistió y dejó que él lo hiciera aun cuando algo la recorría al sentir la lengua de él sobre su piel. Y así estuvo él hasta que Stile terminó de explicar el plan y se giró hacia ella. Esta vez cuando la loba tiró de su mano, Lawson
Raven estaba acostumbrada a improvisar en caso que hiciera falta, y en ese caso lo era. Aun cuando sentía el cuerpo pesado tenía que ponerse en acción, no podía demostrar debilidad cuando tenía tantas miradas sobre ella.-Tú, tú, tú, tú, y tú, vendrán conmigo- señaló a 5 lobos de los cuales conocía sus habilidades. Dos de ellos habían sido especialmente entrenados por ella hacía tiempo atrás. Ninguno de ellos protestó y fueron con ella.Scarlet se giró a Lawson y le agarró la muñeca.-Ven conmigo. No tengo intenciones que te separes de mi lado. Siento que algo te puede pasar y no tengo intenciones de que me duela la cicatriz en mi cuello-Lawson sonrió. Ella siempre tan arisca aun cuando se habían enlazados.-Y si pretendes dejarme atrás créeme que me pegaría a ti como una pulga-Ella se quedó mirándolo por algunos segundos antes de mirar por encima del hombro a Stile.-No vamos a mover primero, deja un grupo para que agarren a Hunter
Demonios, demonios, demonios.Lawson sabía que Raven era fuerte, pero, aun así, acostumbrarse a la idea de dejarla ir directo al peligro, no era nada fácil. Con los dientes apretados se dignó a seguirla cuando su brazo fue agarrado. Al mirar hacia el lado vio a uno de los lobos del grupo que ella había seleccionado que lo detenía.-Espera, respeta las órdenes de la comandante.Comandante, aun la llamaban así, al menos recordaban el estatus de ella.Lawson estrujó sus dedos hasta que sus nudillos se volvieron blancos y aunque deseaba ayudar a su compañera se quedó quieto. Temblando de la importancia. Confiar en ella, eso era lo que debía hacer. Dios, no es que no lo hiciera es que…-Suban- la única voz femenina del grupo se escuchó de pronto desde arriba.Los seis lobos que esperaban miraron hacia arriba. El cabello oscuro de R
Raven había estado demasiado tiempo dirigiendo misiones y bajo la tensión de planificar una estrategia como para saber cuándo algo estaba planeado y cuando no. En este caso si había algo extraño, pero no al punto de ellos no poder actuar, era la situación en general la que le ponía los pelos de punta. Debía actuar rápido porque algo realmente serio podía ocurrir.Por lo que le hizo seña a dos de sus acompañantes de que salieran en dirección a los guardias delante de la puerta de dónde provenía el olor de Hunter. Estos asintieron mientras los demás compañeros verificaban el terreno de que no viniera más nadie.Ellos dos sacaron sus cuchillos de si cintura y se abalanzaron hacia los dos guardias. Por lo visto ellos no se lo esperaban pues reaccionaron muy tarde teniendo que detener el ataque de ellos apenas. Mas Raven sabía que tenían el terreno ganado y antes de que ella contara diez hacia adentro los dos guardias ya estaban en el suelo completamente muertos.<
Lawson nunca había visto a Raven así, con tal nivel de exhalación de odio que hasta él mismo tuvo que retroceder por un momento. Sabía que si la tocaba él podía ser la víctima. Ella no parecía reaccionar. Así que mantuvo la distancia, mirando que ocurría. Si ella tenía tantas ansias de matarlo por algo serio sería y solo había una cosa que le pasaba por su mente, aunque las posibilidades eran mínimas.Raven por su parte se siguió acercando al lobo que ahora tenía la cadera toda destruida y se arrastraba intentando huir de ella. Antes se había hecho el valiente, ahora pagaba las consecuencias de haberla subestimado. Pero antes que pudiera alejarse lo suficiente sintió un peso en el medio de su espalda que lo hizo gemir ante el impacto contra el suelo y unas garras se envolvieron alrededor de su cuello enterrándose mas no de forma letal.-¿Qué haces aquí?- la voz de Raven sonó venenosa y gutural contra su oído, su aliento era gélido haciendo estremecer al lobo.Pero
-Bájame, bájame, Stile bájame de una maldita vez- Raven gritaba arañando la espalda del lobo que la llevaba sobre su hombro y se alejaba cada vez más de donde su mate y ahora compañero se había quedado. Lo estaba abandonando.Una opresión en su pecho casi no la dejaba respirar y pensaba que iba a enloquecer. Había estado tanto tiempo con Lawson y su enlace se había hecho tan fuerte que la distancia comenzaba a doler.-Stile, Stile--RAVEN CÉNTRATEEEEEE- el grito que salió de Stile acompañado de un gruñido hizo que la loba se pusiera tiesa y sus garras se enterraron con más fuerza en la espalda que se arqueaba mientras ellos escapaban.Raven se mordió el labio y se forzó a si misma a recobrar la compostura, pero la imagen de Lawson mientras la empujaba y gritaba que se la llevaran, mientras él era rodeado no era fácil sacarla de su mente. Incluso Magnus estaba ahí. Su pareja era fuerte pero no contra ese número. Podía confiar en él, pero era alguien realista.<
Lawson no era un lobo que solía impresionarse tan fácilmente, pero lo que tenía delante de él en ese momento simplemente lo dejó sin palabras. De todas los integrantes de la manada, de todos los enemigos del alfa… ¿por qué tenía que ser precisamente su hermano el que estuviera sentado en ese lugar, el que había traicionado y dado un golpe de estado.Y por más que lo pensara, no comprendía como era que su hermano, aquel mismo lobo promiscuo que solo le importaba donde meter su miembro y pasar las noches felices, hubiera llegado a ese lugar. Entonces recordó una cosa que su compañera le había contado.Raven había hecho énfasis en que Kenny era el líder de aquella banda de desgraciados que la había violado y organizado todo aquello. Pero no era solo eso, lo que más interroga a los dos era como era que precisamente el alfa Demon la había encontrado a ella, en medio de un callejón abandonado. Eso no era algo normal. Acaso él estaba… buscando a su hermano.-Kenny-
Raven no mentiría si dijera que estaba preocupada, sumamente preocupada. Había dejado a su compañero detrás y no sabía en qué clase de peligros podría estar él. Aunque… había algo extraño. Confiaba en Lawson, sabía que él era alguien fuerte, pero, aun así, todavía estaba vivo, lo podía sentir mediante su enlace, y ya había pasado bastante tiempo desde que se habían separado.Si, podía sentirse feliz dado que no lo habían matado, sin embargo, se imaginó dos escenarios. El primero y más favorable, que era que hubiera escapado herido, pero con vida. Y el segundo, si Magnus tenía algo que ver de seguro lo había atrapado como rehén. Aunque, por la ansiedad que sentía dentro de ella, que no provenía precisamente de sus emociones, y como picaba la marca de mordida en su cuello, al punto de quemar, supo que no era la primera.No podía saber con exactitud cuál era la causa debido a que su enlace era muy recién, ni siquiera podían comunicarse en sus cabezas mediante él
Dos lobos bajaban las escaleras en dirección a la única celda que se encontraba en lo más profundo de las prisiones subterráneas de la mansión. El aire era rancio y olía a sangre. Los dos soldados se miraron y asintieron con la cabeza. Tenían una encomienda y su misión era no fallar. Su comandante había sido muy explícita cuando les ordenó sacar al alfa mientras ella y los demás se encargaban de mantener el control en la zona de arriba.-Saquen al alfa de allí- fue la orden directa de Raven con una voz tan grave que les puso los pelos de punta a todos los presentes.Arriba de ellos el sonido era estruendoso, habían entrado más de treinta guardias con la intención de aniquilarlos a todos ellos, aunque con su comandante sería algo complicado. Ella se había encargado antes, completamente sola de un número parecido. Solo que a esta altura ell