"Te escucho". Me insta y yo casi canto de emoción.

"Has trabajado con Alina durante mucho tiempo. Puede que no sepas todo lo que ha estado tramando, pero sabes lo suficiente para que reciba una buena condena cuando sea expuesta. Rhea", me inclino hacia delante y me atrevo a colocar mis manos sobre las suyas. Ella no se retira como esperaba y eso me hace casi sonreír. "Alina te jugó sucio. Te traicionó como si no significaras nada para ella. Estás sufriendo por sus pecados y eso es muy injusto. Si me dices algunas cosas o me indicas algunas personas o lugares donde pueda conseguir pruebas contra ella, te prometo que Alina será llevada ante la justicia y tu condena se reducirá. ¿Qué te parece?", pregunto en mi tono más tranquilo y melancólico. Mis ojos buscan su rostro inexpresivo y rezo en mi corazón para que diga algo positivo.

Se me cae el corazón cuando desliza sus manos desde debajo de las mías y las coloca sobre su regazo. Sus ojos están llenos de lágrimas y mira a todas partes m