PUNTO DE VISTA DE ASHANTI.

Tessa y yo perdimos el apetito después de ese incidente. Podíamos perfectamente ir por comida de nuevo, pero decidimos salir de la cafetería después de limpiar el desastre. Ella se fue directamente a la cama mientras yo salí a caminar. Aún me quedan unas dos horas antes de nuestro toque de queda de las diez de la noche y quiero pasar ese tiempo a solas disfrutando de la luz de la luna llena e inhalando el aire fresco que sopla en las instalaciones del edificio. Camino por una acera entre dos grandes campos de césped alfombrado que se extiende al norte de las instalaciones y se une con el jardín. La fresca brisa de la noche sopla suavemente, jugando con mi pelo, y tengo que recoger algunos mechones detrás de mi cabello para evitar que me tapen la vista.

La noche es tan tranquila y pacífica. Ojalá los días fueran iguales.

Siempre es de un problema a otro. Estas chicas, especialmente Alina, juraron hacerme la vida imposible y aún no tengo ni idea de qué hice