"Ashanti". Una vez más, su voz profunda me saca de mis pensamientos. Arrastro la mirada en su dirección.

"Alfa Reagan".

"Acabo de recibir la noticia de que Hayley ha sido encontrada sin vida en su celda". Sus palabras se hunden en mi oído y viajan hasta mi cerebro para ser interpretadas.

Hayley.

Sin vida.

En su celda.

El horror se extiende por mi cuerpo como veneno.

"¿Qué?". Grito. Mi temperatura se dispara a cien grados. Sudor caliente me recorre desde la sien hasta la barbilla. Mi cuerpo tiembla.

"Hayley está muerta". Repite la frase de otra manera. Mis rodillas finalmente ceden y caigo al suelo como un saco de patatas. Estoy débil y sin vida, como el cuerpo de Hayley en su celda.

"No", susurro. "No, eso no puede ser verdad".

"Voy a verlo por mí mismo. ¿Quieres venir conmigo, o quedarte aquí y ordenar tus pensamientos?".

¡Al diablo con los pensamientos!

Me levanto del suelo y vuelo hacia la puerta. El camino a la mazmorra transcurre en un silencio espeluznante. Estoy dema