Llegando a la mansión Bastien bajó a Kate con cuidado, ella estaba profundamente dormida, la llevó a la habitación, desmaquilló suavemente para que no despertara, luego sacó su ropa, esta noche no sería un caballero, no pondría pijama, la quería desnuda solo para él, la cubrió con las mantas, luego se desnudó y se acostó con ella, atrayéndola a sus brazos, deseaba sentir la calidez de su piel, mañana apenas abriera los ojos, pagaría por querer tener vedettos en su despedida, Bastien besó sus labios y acarició su espalda, mientras sus manos recorrían su piel desnuda, en poco tiempo se quedó dormido embriagado por su aroma. A la mañana siguiente Kate sentía su cuerpo cálido, la piel de Bastien rosando la suya, abrió los ojos y sonrió beso su cuello y sus labios, automáticamente los brazos de Bastien la sujetaron contra él.

¿Desnudos? - Bastien sonrió y besó su cuello –

¿Vedettos? – le susurró mientras dejaba una marca en su cuello –

Bastien…

Así que mi mujer quiere vedettos ¿no?

Es com