“Vamos Bianca, cálmate”—¡Maldición, no puedo!Lo único que mi mente me repite constantemente es que me engañó, me mintió al decirme que estaría en la oficina hasta tarde, soy una tonta por confiar en él “No sabes conclusiones precipitadas”Tenía que asegurarme de que esto es una equivocación y que seguramente surgió este imprevisto de la nada así que le llamé y con la ansiedad a mil mientras espero que responda la llamada, “enserio no me vas a responder” volví a insistir y esta vez el tomo la llamada y lo vi afuera del restaurante—Dime, Bianca.—Es que, pensé en llamarte para decirte que voy saliendo de la casa para llevarte un poco de la cena, la preparé yo misma.Observo que voltea a ver hacia la mujer que se encontraba adentro.—No vengas, tuve una urgencia y estoy con un amigo ayudándole con un documento, estamos en su casa ahora.Un nudo se forma en mi garganta al ver que me estaba engañando, enserió me esta haciendo esto. No puedo creer que sea tan cínico, solo sé estuvo burla
La mujer cuando me vio, se cayó de la cama al intentar salir de las sábanas que se enredaron en sus pies, observo a Eros y me doy cuenta que no era él quien estaba en la cama, si no otro tipo que estaba amarrado de sus manos y pies. Aturdida por lo que estaba viendo estúpidamente dije que si no era Eros, entonces… ¿Dónde estaba él? Si, lo dije en voz alta y eso no fue algo del cual me diera cuenta hasta que ella dijo saber quien eraYo estaba atónita cuando ella dijo mi nombre, sabían quien era y luego molesta me exige una explicación a esto, avergonzada de esto le pedí disculpas e intenté escapar de esa vergonzosa situación pero me encontré a Eros en la entrada de la habitación y cuando me vio se quedó atónito—¿Bianca?. —observa a los que se encontraban detrás de mi —¿Qué haces aquí?.—¡No puedo creer esto, largo!.La rubia furiosa nos saca de la habitación y nos lanza la puerta en la cara, “tierra tragarme por favor” Eros me mira con una sombría expresión ya que espera una buena ex
—Espero que esta vez ya no huyas de mi.—Ni tú de ni.Estábamos en casa nuevamente, pasamos la noche afuera y tengo que decirlo, fue una noche que jamás voy a olvidar, aquella inseguridad se había desvanecido, ni si quiera puedo imaginar a Eros con otra mujer ya que anoche me dejó más que claro que solo tiene ojos para mi “y es más de que lo quise en mi vida”Incluso huyo de las propuestas de sus clientes de pasar la noche con una de las mujeres que había contratado para su diversión y por supuesto que me enfadé al principio, pero al saber que huyo de ahí me hizo sentirme más segura de estar con él y meterme en la cabeza que él, jamás me va engañar—Señorita Bianca. —Stacy suspira aliviada cuando me ve llegar —Me tenia con un susto en la boca porque no respondía los mensajes y llamadas, gracias al cielo que esta bien.—Te dije que no te preocuparas. —ladeo mi cadera con una sonrisa —Te dije que sé cuidarme bien, además… estuve todo el tiempo con…Mi rostro se desencaja cuando veo a mi
Quería comprender que es lo que estaba pasando, ¿un chofer? En mi familia no necesitamos un chofer así que no veo la necesidad de uno ya que ella no sale de la casa y ya hemos hablado sobre como será cuando asista a sus clases en la universidad, yo pasaré por ella y solo tendría que hacer unos ajustes en mi agenda para ello—Mucho gusto, será un placer trabajar para su familia, le prometo que su mujer estará segura mientras sea su chofer.—Haber, aquí hay un error.El hombre deja de sonreír y fue cuando ella bajó con nuestra hija en brazos mientras decía que no había ningún error, me saluda con un beso casto en los labios y me hace gestos de ternura hablando por nuestra hija.—Necesitamos un chofer y lo sabes.—Te dije que no. —ella observa al chofer que se veía asustado y luego nos deja a solas. —No necesitamos un chofer.—Eros, si lo necesitamos, he estado pensando bien todo, no quiero conducir mientras nuestra hija esté pequeña, quiero estar cerca de ella todo el tiempo y es por es
<BIANCA>“¡Es enserió!”No puedo creer que nuevamente esté pasándome esto y lo peor, en mi propia casa, que clase de broma es esta, es nuestro hogar, el hogar de nuestra hija Isabel. Rápidamente el reacciona y se limpia las manos diciendo que la empleada le dijo que estaba aquí, casi desnuda.—¿Enserio Eros?—Te juro que no tengo que ver en esto. Según ella dice que la ultrajaron cerca de aquí y por eso vino hasta mi casaMe cruzo de brazos al observarlo a él y luego a ella, no dice nada para apoyar lo que Eros dice y se queda desnuda esperando que la vea de nuevo, observo a mi prometido con una sonrisa sarcástica mientras le pido que vaya por algo de ropa para ella pero Eros dice que ya envió una empleada por algo de ropa—Melissa, querida —le muestro una falsa sonrisa —Recoge la manta y cúbrete por favor, no queremos que te resfríes, oh espera, claro… querías que él se viera tentado por tu… cuerpo verdad, bueno querida. No te esfuerces en vano porque si el quisiera cogerte, lo habrí
—No, no, no… ellas se fueron, ¿no es así? —Eros me mira indicándome que no tiene idea de si aun siguen aquí. —Ellas se fueron.—Señora… me dijeron personalmente que les llevara el desayuno a la habitación, que la señorita se encontraba indispuesta.—Basta. —dije molesta —No vas a llevar nada a su habitación.—Si señora.—Bianca, si están aquí, no le veo el problema que quieran…—Eros, ni siquiera nosotros hacemos eso en esta casa, desayunamos, almorzamos y cenamos en el comedor, no en la habitación. —el lo justifica diciendo que nunca ha pasado porque no lo hemos deseado, si queríamos las empleadas lo harían. —No. Prefiero comer aquí que en la cama, eso es para los perezosos.—¿Cuándo te conocí no lo eras?—Eros, me acababan de atropellar cuando llegué aquí. ¿Lo olvidas?. —Eros comenzó a ahogarse con su bocado en la boca y luego lo escupió en el basurero —¿Estas bien?—Si, es que… la fruta me cayó algo pesada. —su comportamiento no era el mismo —Bueno, debemos darnos prisa o llegaremo
<BIANCA>Mi corazón latía locamente ya que la emoción no me cabía en el pecho, estaba ansioso mientras escuchaba al padre continuar con el proceso, mi boda, mi perfecta boda de ensueño y con mi hombre ideal, la boda que siempre soñé y que una vez fue destruida al elegir a un hombre que me cambió por otra y me dejó plantada en el altar, pero esta vez no es así, tengo a mi novio a mi lado sosteniendo mi mano mientras al fin llego a la parte donde podríamos dar nuestros votosEstaba atenta a cada palabra que salía de su boca, mis ojos estaban grabando como una cámara este momento donde podría escuchar al fin lo que realmente siente por mi, jamás pensé que este hombre podría convertirse en mi esposo—Te amo como no tienes idea, me convertiste en padre por primera vez, algo que jamás pensé que llegaría pasar, y ahora, me conviertes en tu esposo. —coloca el anillo en mi dedo —Y espero nuestra aventura continua porque eres la mujer perfecta para mi y quiere más aventuras junto a ti y a nuest
Hoy es un nuevo comienzo, mi primer día como la señora Ainsworth. “Nunca pensé que diría eso” no tiene nada de extraño en realidad y no me siento extraña llevando ese título ya que siempre he sido la señora de su hogar, lo único que pasó fue que nos casamos como debía serHoy nos iríamos de viaje a nuestra luna de miel por un día, Eros me prometió que habrían días como estos para compensar el que no podamos disfrutar más tiempo nuestra luna de miel. Pero supongo que esto es mejor que nada—No sabes cuanto te voy a extrañar corazón mio —la madre de Eros abraza a su nieta como si no fuera a volver. —Pero la abuela promete tenerte muchos regalos para cuando regreses.—Señora, puede fingir que no existo, pero aunque no lo quiera aceptar, ahora yo soy la señora Ainsworth. Quiera o no.—Ja, ja. —dijo molesta —No creas que por ser la esposa de mi adorado bebe, voy a aceptarte.—Entonces prefiere que lo sea una loca obsesionada por su hijo que es capaz de arriesgar la vida de su adorada nieta