Ha sido extraño llegar a este día, esta semana no he parado en sorpresas y tengo la mayor aquí, Erick está cocinando, está preparando la cena, después de regresar de la Universidad me sorprendió al decirme que quiere que yo arregle la mesa y enfrie el vino mientras que él cocina, ya por costumbre después de tantos meses le dije que no lo haga, que yo lo haré, pero muy firme me dijo que quiere hacerlo él. Hoy no estuvo muy conversador como otros días pero me siento cómoda, extraña por esto, pero cómoda, siento que somos una pareja, lo cual ya de por sí pensarlo es muy raro, pero después de tantos meses me he comenzado a sentir como una persona nuevamente. Hace unos días, después de que mi periodo tuviera flujo fuerte utilice ropa interior, tratando de sentirme un poco más segura con ello, es claro que Erick no estuvo de acuerdo, le comenté, una parte de mí no quería que ese buen humor se desvaneciera, no me dio mayor castigo que quitármelas y llevarse toda mi ropa interior, después me
—Nicole —un beso en la frente—. Nicole —otro beso en la mejilla—, debemos levantarnos, ya es tarde. Apenas soy consciente de lo que está pasando, pero es la primera vez en muchos meses que me siento tranquila al despertar. —Podrías no ir hoy a la Universidad y quedarte conmigo. —Aunque suene muy tentador, tengo que ir —dice besándome nuevamente, pero esta vez en los labios—, necesito ir a la Universidad, tengo algunos pendientes y necesito ir a algunos lugares. —¿Me dejarás sola entonces? —creo que eso me regresa un poco a la realidad, no cambiaba nada de lo que sucede, solo... solo es sexo. Erick ve que mi expresión cambia al instante y regresa a la cama conmigo. —Pequeña, es miércoles, apenas es mitad de semana. —Te has quedado otros días. Pensé que me diría algo, pero no lo hace, se va a la puerta dejándome en la cama, sola, y desnuda. Paso posiblemente unos 5 minutos sentada en la cama, antes de que decida levantarme e ir a la ducha, una parte de mí no quiere quedarse suc
Seguimos abrazados, apenas y nos hemos movido, las manos de Erick acarician mi espalda suavemente y su nariz está sobre mi cabello, no sé qué horas son, pero no quiero levantarme, no quiero separarme. Sus besos son tiernos, me siento en paz. Con cuidado me separo de Erick y nos pongo una sábana, es solo para cubrir un poco, la dejo a la mitad de nuestros cuerpos y me vuelvo a acurrucar a su lado.* * * * *La luz entra por la ventana, hace tiempo que no veo un sol tal intenso, pero es un rico amanecer. Me muevo con tranquilidad y no siento a Erick, no se encuentra en la habitación. Me paro y voy al baño, tampoco se encuentra ahí, tomo una bata para abrigarme y salir a buscarlo, espero que no esté cerrada la puerta de la habitación.Salgo sin problema, la puerta no es un impedimento, por fortuna está sin seguro. Fuera comienzo a buscar a Erick, por fortuna la habitación está en medio de la planta, lo cual me permite un poco de visión, aunque a simple vista no lo encuentro. Las puertas
La semana pasada terminó bien, hemos creado una rutina bastante cómoda para ambos, donde podemos convivir tranquilamente y sobre todo disfrutarnos el uno del otro. Yo me estoy encargando de toda la casa, junto con Diana, la persona que nos está ayudando, es otra, Erick no trajo a la misma. Me permite decorar un poco, y el sábado y domingo volvemos a dormir arriba y desayunar en la terraza, así como comer en el jardín. Estoy comenzando a sentir esta casa como mía y menos como una cárcel, ya tiene cosas de mi propiedad, ya que el día de ayer Erick me confesó que fue a mi casa, estábamos cenado y fue una completa sorpresa, al principio sentí coraje, después confusión, ¿cómo es que entro a mi casa? Pero después me dijo que era para darme una sorpresa, además de limpiarla y mi enojo pasó, a ese punto estaba, más que otra cosa, ansiosa por saber qué era lo que tomó.Hoy es por lo primero que le pregunto, necesito saber qué es lo trajo y decir que estoy emocionada por ello es poco. Dejó todo
La semana se vuelve muy llevadera, tierna entre ambos, puedo trabajar con mi computadora y actualizar mis planificaciones, mis clases en sí, además de checar algunas de mis cuentas de banco, tanto en la que me depositan mi sueldo, como mi cuenta personal. Todo va bastante bien, Erick tiene razón ha llevado todo esto de una muy buena manera, no puedo decir nada.Estamos cenando, Erick ha ordenado comida china y la trae de camino a casa, decir que llevamos un rato provocándonos es poco, si pudiera lo tendría desnudo en este momento, me debe más de un orgasmo y necesito cobrármelo.—Sé lo que estás haciendo Nicole.–¿Yo? No, yo no hago nada —digo traviesa.—Antes que inicies lo que quiero terminar, tengo que decirte algo.—Sí, sí, dime —digo pasando mi pierna cerca de su miembro, él me mira y sonrie.—Mañana tengo una competencia de polo, hace tiempo que no lo hago y me invitaron a practicar jugando.—Eso es genial, ¿te puedo acompañar? —digo parando mis caricias.—Me encantaría, pero es
Anoche dormimos en mi recamara, Erick me ha dicho que están haciendo arreglos en su cuarto y que mientras, estaremos en la habitación de arriba y en la mía, ahora quien lleva ropa es él y la reparte en ambas habitaciones. Hoy es su partido de polo y se ha levantado bastante temprano. Desayunamos, yo algo dormida y él animado, hemos hecho el amor la noche anterior y por ende nos dormimos algo tarde, el polo inicia a las 9 y por lo que me dice, se encuentra al otro lado de la ciudad, en un lugar muy tranquilo, así que estamos desayunando a las 7 de la mañana, decir que tengo energía es una mentira, pero es la suficiente para poder pasar este momento juntos, además mis intenciones para este día son las de seguir trabajando en mis planeaciones para que Erick las tenga con antelación y me entreguen el horario de mis clases a tiempo. Efrén ha regresado, el día de ayer ya algo tarde se presentó con nosotros, nos encontrabamos ya cenando cuando llegó, Erick le da algunas instrucciones y la v
Pasan de las 12 de la noche y aún no tenemos noticias, Efrén está en la sala conmigo, no me dice mucho, pero siento su apoyo, él también está preocupado, y sé que preferiría estar con él que aquí, pero aun así aquí me está cuidando, está atento a lo que necesito y sé que está también preocupado por mí.Cerca de la 6 de la mañana y de dormir en ratos, suena el celular de Efrén, al checar la pantalla, me entrega el teléfono a mi—¿Erick? —digo nerviosa, si espero que sea él, pero aún lo dudo.—Soy Sophie, Nicole, perdona por no hablar antes, pero tuve que notificar a media familia y hacer trámites aquí. ¿Cómo te encuentras tú? ¿Cómo te sientes?—Mejor gracias, solo fue el estrés, tranquila, no me ha pasado nada, ¿cómo está Erick? —digo ya más tranquila dado que entiendo que en caso de haber sucedido una mala noticia, Sophie ya me lo hubiera comunicado—. ¿Lo van a dar de alta?—Por eso mismo te hablo Nicole, afortunadamente tengo el teléfono de Erick, me extrañó un poco no ver tu número
Erick ha avanzado mucho en estos días, ya de poco a poco y con las indicaciones del médico, ha podido levantarse, ir al baño y estar momentos sentado, hoy quiere intentar caminar un poco y lo estoy ayudando a eso. La última semana he hecho algunas cosas por él, como contestar correos, y algunas llamadas, cosas sin importancia, como dice él, pero ayudarlo me hace bien, siento que lo apoyo y él me demuestra su agradecimiento, además dormir abrazada de él siempre es mi parte favorita. Estamos de hecho en la cama, el acariciando mi cabello y yo jugando con su mano.—Comienzo a extrañar que me hagas el amor —digo entrelazando nuestras manos.—Yo también lo extraño —dice dándome un beso—, y prometo que te compensaré por ello.Un beso más se hace presente, que lamentablemente es interrumpido por su celular, que por cierto ya vive permanentemente en mi habitación.—Debería de apagarlo, estás en reposo.—No, no, déjalo saben que solo lo harán si son llamadas importantes.—Pues entonces tienes