NARRADOR

Gabriela, al ver a su hijo Vladímir, se coloca de pie para abrazarlo y él sin dudarlo la envuelve es sus grandes y fuertes brazos, junto a su madre se siente como un niño pequeño de nuevo.

—Hijo, te extrañé demasiado, pero ¿que haces aquí porque no avisaste que vendrías? —indaga Gabriela, mientras mira el rostro de su guapo hijo.

—Mamá, sentemos a hablar un momento —Vladímir, retira la silla para ayudar a su madre a sentarse y luego toma asiento él.

Mark se retira un poco y los deja hablar a solas mientras se mantiene alerta, pues nunca se sabe lo que pueda pasar, ellos tienen muchos enemigos y alguno podría haberlos seguido ahí.

—Vladímir, me estás asustado, ¿dime que pasa? —insiste Gabriela, nerviosa porque nunca había visto a su hijo así.

—Mamá, aparte de Jazmín y yo, ¿tú tuviste otra hija? —pregunta directamente Vladímir y Gabriela, se coloca nerviosa y se acomoda en su asiento.

—No, ¿por qué me preguntas eso? —indaga Gabriela, más que nerviosa.

—Por esto —Vladímir, saca