Con el pase de entrada en mano, Mariana se dirigió hacia los ascensores, sabía que mucha gente de la empresa se le estaba quedando mirando porque sabían que ella había dejado plantado al novio en la iglesia, irse con otro que era su esposo, pero trato de ignorar a todas las personas que estaban hablando entre susurros no tan bajos porque podía oírlos. En cuanto se bajó en el piso dónde estaba la oficina de Eliot, se acercó a la secretaria que al verla la miró con algo de sorpresa en sus ojos.

_ No sabía que vendría _ Dijo la chica y se puso de pie _ ¿Tienes una cita?

_ No, la verdad no tengo ninguna cita programada pero …

_ Entonces no podrá verte porque el señor…_ La puerta de la oficina fue abierta y el hombre con el que un día se iba a casar salió acompañado de un grupo de empleados.

_ ¿Qué haces allí? Entra tú no tienes que pedir permiso para entrar por algo te mandé a dar un pase de entrada.

Mordiéndose la lengua para no reír por la cara que tenía la chica que era la secretaria de