Aproximadamente una hora lleva Abril que se fue a su trabajo, por lo tanto regreso a la soledad en estas grandes paredes. Decidí ir un rato a la biblioteca de Dante, gracias al cielo encontré un libro de misterio ameno, al ir por la pagina numero 6 lo que mi amiga sospecha regresa a mi mente, chisto la lengua cerrando el libro con un separador que encontré. No creo que me halle embarazada, no estuve ese momento en mis etapas fértiles. Mas las dudas de estarlo quedan en la estadística de 75% no 25% si, muy a pesar de que no uso métodos anticonceptivos, no es tanta la posibilidad de llevar un bebe en mi vientre. Evadí a Abril con unas cuantas mentiras, no podría ser muy latosa con ese tema, además no presento un mínimo síntoma de aquel estado.
Disperso el asunto de mi mente, deben ser especulaciones de ella por no usar condón.Preocupaciones reales sumamente grave deben ser mi prioridad.
Mi estomago chilla del hambre, debido a rechazar
POV Liliana Llego la mañana después de caer rendida por mi elevación en la gloria, no supe de mi, inclusive no cene, por ello cuando me desperté me tragieron una gran cantidad de desayuno, admito que lo devore todo amanecí hambrienta, no encontré a Dante se había ido muy temprano a una reunión, dejo una nota en la cama infomandome. No ocupo mucho mi mañana transcurre normal y aburrida. Pensaba en ir a cementerio a dejar las flores favoritas de mi madre, mas todo se estropean por ordenes de Dante de que tengo restringido salir. Me lleva quien me trajo, me toca quedarme encerrada por culpa de un bastardo frustrado.
POV Dante Mi madre junto a mi nos alejamos a una distancia de los invitados de mi hermana, en su rostro maduro noto que es un tema incomodo para mi. ―Bien madre, aqui estoy ―espero sea rapida la conversacion, no me agrado dejar a Liliana sola, desde que me aleje una emoción afilada en mi pecho no me deja tranquilo. ―Se trata de que ayer Gian fue a
POV Dante ―Señor el pacientes esta listo ―aprieto los puños ante la palabra clave, para ir a darle su escarmiento al hijo de puta bastardo, que me traición, a mi pequeña amanoza nadie la toca, el valiente que se atreva sufrira dolorosas consecuencias. Parto a la cueva 13B, lugar donde van las peores ratas, sitio que cuando menciono mis hombres saben que va estar allí, sufrira al máximo,detengo mis pasos en la puerta oxidada de metal. Saco mi tarjeta negra, situando el chip en un censor de luz infrarroja, en un panel se presenta la cuenta regresiva de 5 segundos, terminada abre, 6 de mis hombres se van ubicando categóricamente en di
POV Dante Envié a Liliana de descanso, pero no acá dentro, fuera de la mansión hay una construcción de una casa de servicio fuera de uso. Quedo con mucha tensión por lo acontecido del cementerio y ahora las mala intencionadas palabras referidas por Franco Bianchi, miembro molesto del consejo, cuestiona mis decisiones a punto de guerra, pero como soy Dante me mantengo en absoluta tranquilidad cuando despotrica sus maldiciones. ―Se acabaron las excusas ―dice amenazador Franco ― traspasaste la línea lastimando a Gian, uno que siempre se fue de tu lado a pesar de todo, y mira cómo le pagas solo por no soltar el coño de una p**a para comprometerte con una buena muchacha como debe ser ―mis manos pican por sacar mi arma y darle 2 disparos justo en una pierna, me controlo no por miedo, aquello es nulo, es por respeto al código. Carraspeo ―perfecto si tomaremos de argumento el cruce de líneas ―entrelazo mis dedos ―tu Gian infringi
POV Liliana―No es justo ―reclamo a Dante con un puchero.―Te ves tierna ―entrecierro mis ojos en él. ―Conmigo no vengas a cambiar de tema. Me hiciste trampa en el juego ―Le propuse a Dante jugar ajedrez, en lo personal amo el juego, aprendí a jugar con Marco, pues pensé que le ganaría a Dante, hasta aposte, algo lo cual más tarde hare. ―No cuestiones mi habilidades pequeña ―me cruzo de brazo con falsa molestia, luego sonrió por la maravilla de velada de anoche, no parecía creíble como alguien frio me tan romántico, natural, risueño y encantador en la noche de ayer. Lograr parar de sonreír como adolescente recién enamorada se convirtió en tarea imposible.¿Cómo una persona recién conocida alborota sentimientos tan extraños en mí?Es
POV Liliana¿Qué sucedió aquí?―Señorita, está usted bien ―enfoco toda mi atención el hombre que me salvo, es alto, musculoso, de cabello rubio, con ojos grises claros, bastante guapo admito.―Si, muchas gracias…― ¿Porque tan solitaria? Sabe a dónde vino ――No ando sola, mi pareja regresa en un rato ―froto mi cuello con nervios.―Bien, deje sus nervios no le hare ―veo a todos los lados verificando si Dante se acerca, no creo interprete bien encontrarme sola con un hombre.― Por usted no es, le agradezco defenderme, sabrás Dios lo que hubiera pasado si usted no llega ―le soy sincera, no cualquiera se mete a defender a los demás hoy en días.―Por nada, como agradecimiento me permite su nombre.―Claro, Liliana Miller
POV Liliana—Dante, no te hará daño decirme a donde iremos —exijo por séptima vez supongo, que Dante me revele el misterio del lugar que asistiremos, llevamos como unos 45 minutos en la camioneta, la cual maneja su chofer.—Por decima vez, no —dice calmado, a pesar de ser fastidiosa con mi exigencia.—Pero cual es el misterio —refuto con un bufido.Enfoco mi atención en él, quien sonríe divertido —en unos minutos lo sabrás —me recuesto en su hombro, no pierde el tiempo de proceder a mimar mi pelo. Desde la noche anterior, pasaron 4 días para ser exacto, que establecimos un vínculo más íntimo por así decirlo, no para de mimarme, tiene más fija la idea de adorarme. Admito se siente excelente, ser consentida, obvio sin sentirme con aires de superioridad. Dante se impuso la tarea de comprarme un monto de ropa de marca, por
POV Liliana—¡Li! —grita eufórica Abril.—Por favor, no grites no es necesario —nos abrazamos con vivacidad, extrañaba a mi rubia.—Me hacías falta. Además, cancelaste conmigo —gruñe con falso enojo.—Si, como sea…Dante me informo Abril venia, me dijo que saldría a resolver unos negocios así no me interrumpirá con mi rubia.La traigo conmigo al muble crema en la sala. Los hombres de Dante trajeron a Abril de su casa, mi rubia me hace falta, me doy pena cancelar con ella, mi mafioso me robo.Espera desde cuando era “mi”.—Pues mi mimada amiga ¿Cómo te trata en Italiano?—Bien, han sido días agitados en los primeros, luego las cosas fluyeron entre nosotros nos llevamos muy bien, rin restricciones uno de otro…—¡Oh! Amiga ¿andas prendada