¿Como un milagro pesa tanto?Lyra había llegado a su vida como eso. El no lo había visto antes, pero ahora era muy claro.Con ahora veinticuatro años cumplidos sus idas y venidas a su propia casa eran una tortura interminable. Ya no solo por el recuerdo de su padre. Sino porque allí lo esperaba Lyra.Le dolía el pecho cuando la veía. Sabiendo que ahora sus nuevos sentimientos se habían exteriorizado tanto como para poder ocultarlos, y mas aun ocultarlos de el mismo.James se inclino sobre el gran ventanal de vidrio y miro hacia la ciudad iluminada. Miro con pesar todo esto.El estaba de viaje. Muy lejos de su país. Pero ahora así… ¿Cómo es que Lyra podía seguirlo hasta aquí?Por mas lejos que se fuera, por mas distancias que mantuviera, ella lograba volver a entrar en su cabeza.Pensaba en ella y se volvia irracional. Además del amor romántico, también se encontraba excitado. Había una fina línea entre el amor del cariño y aprecio, y del deseo carnal.James noto sus pantalones apretad
Mientras la besaba sus manos acariciaban sus muslos, y ella gemía en su boca.Su lengua dentro de su boca. Y la calidez que emanaba de el era maravillosa y aterradora al mismo tiempo.Se separo un momento agitado viéndola. Lyra estaba roja y jadeando. Una imagen que solo se imagino es sus mejores sueños, en sus mas secretas fantasias. Era como hacer realidad algo que el siempre considero imposible.Era como contemplar su mas grande pecado -¿Quieres ir a mi habitación?Lyra solo se lo quedo observando. Tampoco pensaba que la tomaría justo aquí en pleno jardín.Ella bajo la mirada -yo…Pero antes de contestar algo... James volvió a besarla. Sus manos se envolvieron en sus cabellos. Siempre quiso tocarlos. Siempre quiso tocar todo de ella. La anhelaba con tanto deseo que daba miedo. Y el sentimiento de felicidad no cabía en su pecho.James la recostó en el césped mientras no paraba el movimiento de su boca. Ella solo se dejaba hacer y por el cómo le seguía el beso pareciera que esto era
Ella subió directo a su habitación dejando atrás a James y la fiesta.Se sentía mareada y tenia que procesar todo lo que casi pasaba allí abajo. ¡Y en plenos jardines! ¡madre mía! “bien dice la gente que lo importante no es el lugar sino la persona” pero ¡por favor! Ella no era una exhibicionista. Cualquier podría haberlos encontrado.Estaba roja de la vergüenza y su cuerpo aún se sentía extraño. Como manos invencibles que aún permanecían a pesar de las horas que habían pasado.Se metió en la ducha y se bañó. Salió de la habitación y busco un interior. El de ella se habia perdido en el trascurso de la noche olvidado en algun lugar del laberinto. Se puso esta vez un vestido sencillo y se peino ella misma. No pensaba volver a bajar. Pero tampoco pensaba esperar a James como una chica obediente. Su chica obediente de toda la vida. Su celular sonó salvándola de sus propios pensamientos“Dime” solo una persona la llamaba a esta hora, o a cualquier otra“¿Porque no me dijiste que había una
Y James hizo énfasis en el “tu”. Pues todas las otras veces era James quien se había acercado, quien siempre mostraba las muestras de afecto. En cambio, Lyra… bueno, se mostraba asertiva.-Deja de bromear- pero su sonrojo era evidenteJames se acero más -¿Quién está bromeando?Ver hacia el rostro de James, era como ver hacia el rostro de un ángel perfecto caído del cielo. Ojos azules profundos que la estudiaban de forma atenta y curiosa, y cabellos tan oscuros que contrastaban con su piel blanca.-Sabes, esto era más fácil cuando solo me ignorabas...-Me esforzaba en hacerloLyra no entendió su respuestaJames cedió – lo que quiero decirte, es que se me hacía muy difícil y casi imposible el que tu pasaras inadvertida para mí. Siempre me encontraba buscándote.-Me mirabas con fastidio -le recrimino-Pensaba que te odiaba -contesto honestoY aquella oración lo hizo mirarlo mientras un escalofrió le recorrió la espalda -¿Qué cambio? Tu jamás has aceptado que tu padre sea el mío...Su exp
“Tu vida será una pesadilla”Esa había sido su promesa. La promesa de James.Y aquel mismo día después del funeral al llegar a su casa, James en un arranque irracional de ira, enojo, dolor y confusión agarro a la chica por su muñeca jalándola consigo-¡Suéltame! ¿Qué haces?- y en un mar de lagrimas que no daba tregua al dolorY luego los gritos de la niña. O mejor dicho el escandalo que los dos estaban haciendo llamo la atención de todos en la casa.-¡No soporto oírte más!- y la metió en aquel cuarto que el sabia que tenia el foco averiado. Uno lleno de tonterías y cosas sin sentido. Parecía mas un cuarto que habían tomado de bodega para meter cosas que ya nadie quería o no le encontraban utilidad.Metio la llave, le dio la vuelta y luego la saco.-¡James!- grito la joven del otro lado -¡déjame salir!-golpeó la puerta del otro lado ya encerrada. Y Lyra era un mar de lágrimas. Quizás por el dolor de perder a su padre, o por el hecho de estar ahora encerrada en un cuarto oscuro y sin lu
Luego de que Lyra termino de contarle había tenido miedo de como ella fuera a reaccionar. Claro que había omitido ciertos detallesPero aun así no se imaginaba la cara de incrédula que ella tendría -estas bromeando…Lyra se sonrojo y negó con la cabeza como si las palabras no fueron suficientes -no… no lo hago-¡¿Qué?!- su vaso se soltó de su mano estrellándose contra el pisoAmbas chicas dieron un respingo por la sorpresa -perdona… -menciono Andrea – yo lo recojo, yo…-No. No -Lyra se acerco hasta ella tratando de detenerla y con la intención de levantarla porque ella se había agachado a recoger los vidrios -detente…-le pidió – te harás daño. -le agarró de la muñeca, pero ya era tarde. Se habia cortado con uno de los pedazos-Auch…- su mano viajo hasta la altura de sus ojos para apreciar mejor la heridaEntonces los ojos mieles de Lyra se posaron en su dedo y noto la gota de sangre que se derramaba de este -te dije que te harías daño – le reprocho y de pronto parecia enojada- iré por
¿Qué?-Múdate a mi alcobaLa propuesta parecía muy real y aunque hubiera intentado huir no podía. James la tenía acorralada entre sus brazos-Una vez más, -lo empujo un poco – eso no es ir lentoJames le movió su mano quitándosela de su rostro – No te estoy pidiendo que tengamos algo más allá de solo dormir. Pero acostumbrarnos a nuestras presencias seria bueno. El hecho de que estes cerca de mi me da cierta paz.-No tiene sentido… ¿Hablas de que me mude a tu cuarto?-Bueno, el tuyo es mas pequeño. El mío es el cuarto mas gran de la mansión ¿o estas proponiendo construir uno nuevo?-No estoy proponiendo nada, solo quería que quedara claro lo que significaba eso que acabas de decir…-Tienes que darme una respuesta-Tu siempre quieres una respuesta-Y a ti siempre te gusta evadirme-Hablar de mis sentimientos… de mi corazón… para ti parece muy sencillo. Para mi… nunca lo fue… -y su vista fue al sueloJames entendía lo diferente que debía sentirse ella. Perder a sus padres, llegar a la c
Lyra había estado tratando de cruzar un pasamanos que estaba en su patio cuando esta resbalo.Había caído de rodillas encima de las piedras pequeñas desperdigadas por el patio.James se había acercado y casi sin mirarla le tendió el pañuelo blanco -toma- había dichoLa pequeña miro con ojos llorosos hacia el pañuelo que sostenía, pero lo tomoEntonces hecha su acción el joven se retiró. No se tomo la molestia de levantarla, ni en agacharse a su lado para revisar su herida. Solo le tendió el pañuelo como si fuera un deber que tenía que hacer y desaparecio.Lyra comprendía que ella no era importante para él, y si evitándose los haria estar bien a ambos, entonces así seria.Cuando el padre de James llego esa noche a la mansión a la primera persona que saludo fue a Lyra con un beso y un abrazo. Mientras que a James, al igual que siempre era saludado solo con un asentimiento de reconocimiento. Nunca entendió muy bien esa relación.La primera vez que Lyra llego a la mansion había logrado a