—¿Asi que el tipo te odia de verdad, no?
Lyra no sabía ni donde esconderse. Quizás debajo de una piedra.
—¿Cuántos años han pasado ya?
—¿Desde qué? ¿desde que me hace la vida miserable? ¿o desde que se fue a su último viaje de negocios?
—Creo que no hay mucha diferencia. — la chica de vestido rojo se cruzó las piernas mientras se sentaba en la cama. Era una modelo. Amiga cercana de Lyra, después de todo alguien con su posición estaba en contacto con mucha gente importante, pero las apariencias engañan, Andrea era muy lista, y no era una mujer fría o malvada, tenía un gran corazón, de esos que solo se encuentran solo una vez en la vida, todo más allá de eso, eran solo meros estereotipos —quizás solo debas relajarte. Seguro no es tan malo.
—James Brown me odia. Desde que nuestro padre murió… el me lo quito todo. Soy una prisionera en mi propia casa. Controla absolutamente todo lo que hago. ¿Acaso no tiene nada mejor que hacer?
—Yo pensé que eso pararía. Que solo era una etapa, es decir, perdieron a su padre cuando ambos tenían apenas quince años. ¿Cómo pudo un cuerpo tan pequeño contener tanta maldad? Parece una locura. Además, ya eres toda una mujer ahora, tienes veinticinco años. Pensé que diez años de convivencia de ambos a solas harían la diferencia. Después de todo, al descender tu padre, la pared que los separaba a ambos se rompió
—Pues cayo para mal.
—Solo debes soportar un par de meses más. Pronto cumplirás los veintiséis y serás libre. ¿Ese fue el acuerdo, no?
—La tutoría acabo cuando yo cumplí dieciocho años, pero no pude marcharme lejos de él. No si están esas dos cosas
—¿Dos cosas?
—Deuda y contrato. —miro por la ventana hacia el jardín —Pero pronto eso será diferente y seré por fin libre. Al cumplir los veintiseis años podre largarme de aqui.
—¿Es tan malo que el guapote de James Brown este obsesionado contigo?
Lyra se movió de lugar nuevamente y se apoyó ahora en su cómoda —¿define malo?
—Bueno, lo he visto en las revistas y muchas veces en persona ya, y con todo respeto es una joya. Es guapo, esta como todas quieren. Aparece en las portodas en todas partes. Muchas mujeres se mueren por el
—Es porque claramente no lo conocen — murmuro y una parte de ella le incomodaba que su amiga insinuara que James era muy apuesto. Seguro se sentía asi por lo que sabía que el era todo lo contrario a lo que reflejaba su exterior.
—Además, el trabajo lo distrae de ti
—Aleluya —exclamo Lyra
—Pero hoy viene a una cena. ¿Y se quedara cuanto esta vez?
—Con mucha suerte solo un dia
—¿Crees que eres tan suertuda como eso?
Ella se miró en el espejo y sus ojos miles reflejaron algo absoluto en su vida —No. Claro que no.
—Pues entonces creo que debes prepararte — dijo mientras se levantaba — ya sabes lo mucho que odia ver a gente aquí contigo cuando llega. Asi que mejor yo ya me voy
La chica se apresuró a detenerla, —no, por favor —rogo —quédate… quédate a la cena. —propuso
Andrea puso cara de pocos amigos, —Lyra, yo te adoro. Pero James es… es difícil sabes… —miro hacia otro lado — ese hombre necesita otro pasatiempo que no sean los números.
—Una novia, si, seguro — menciono Lyra mientras ponía los ojos en blanco
—He escuchado sobre el ultimo rumor que salió en esa revista, se lo vio de la mano de esa mujer de cabellos oscuros, la estrella de cine en esa premier. Quizás harían una buena pareja, si saliera en citas tendría menos tiempo para ti y pasaría más ocupado. Quizas se volveria mas felices. O unos cuantos amigos…
—El hombre no conocería la palabra diversión aunque se la tatuara en su frente —dijo mientras repetía su antigua accion
—No ruedes los ojos, —le reprendió ella de inmediato —sabes que odia cuando haces eso. La última vez que lo hiciste te quito la poca mesada que te daba. —menciono recordandoselo
—Dice que no necesito dinero si me da comida y ropa. Y tengo horarios para salir y siempre vigilada. Apenas interactuó con la gente.
—Antes pensaba que a lo mejor era porque se preocupaba por ti. No sabía que se te había declarado como un enemigo jurado.
—¿Te quedaras entonces?
—Claro que no— soltó firme — lo lamento, sabes que estaré siempre para ti, pero debes hacer frente a tus problemas. El destino es algo inevitable
« ¿El destino? » pensó Lyra « ¿Qué sabia ella acerca de su propio destino? »
—Pronto serás libre de el mi querida Lyra, y podrás irte a China si asi lo deseas. Pero por estos dos meses que quedan hasta tu cumpleaños, solo debes resistir. Has eso por mí, resiste pequeña.
Entonces dio media vuelta junto con sus rubios cabellos que caían en ondas sobre su espalda, y se marchó de la habitación. Y Lyra sabía que dentro de poco estaría fuera de la mansión.
La muchacha ya estaba vestida y arreglada, es lo que le gustaba a James Brown, que ella luciera presentable todo el tiempo, incluso solía venir sin avisar solo para comprobar que ella cumplía esta orden. Y le daba más de un problema.
Lyra nunca entendió su odio. No fue su culpa que su padre muriera. Y entendía cuando veía hacia aquellos ojos azules que la miraban con intensidad que el la culpaba. Jamás se lo había dicho, pero era algo que simplemente sentía, sentía que su padre estaba ligado en todo este odio, pero no entendía el porqué.
Ella se aseguró de guardar sus libros, ella amaba leer, pero a James no le gustaba que ella tuviera ese pasatiempo. Quizás porque sabía lo mucho que los libros la podrían cambiar. Su corazón era fuerte, su mente de igual manera, solo que James fingía no verlo.
Las horas pasaron en el reloj poco a poco hasta que cayó el sol, y una mujer vino a buscarla a su habitación para informarle que James ya había llegado a la mansion —señorita, sabe que le gusta que lo reciba usted. Debería haber estado esperándolo de pie en la sala principal —había un tono medio alarmante en su voz
—No me diga, ¿esta furioso?
Ella negó — no. Pero debería bajar ya. Lo hemos pasado al comedor y ya está sentado para la cena. Tuve que inventarle una excusa
—Y… ¿qué le dijo?
—Pues que usted se estaba esforzando en arreglarse y verse bien para él y que por eso aun no bajaba.
Lyra suspiro —está bien. Has hecho bien. —entonces antes de bajar, la chica se volvió a mirar en el espejo tratando de recordarse todo lo que ella era, después de todo, James solía ser extremadamente cruel y en un pasado trato de convencerla de su poco valor. Pero había aprendido el truco, solo debía fingir que le afectaba para satisfacerlo, sin demostrar que ella sabía la verdad.
Con un vestido hermoso de color crema y diamantes rodeando su cuello, bajo con elegancia, y se paró justo detrás de las grandes puertas que separaban al tipo más cruel que había conocido nunca.
Respiro.
—La noche será larga —murmuro. Entonces su mano se posó en la perilla y finalmente abrió la puerta.
Su destino la alcanzaría; esta noche.
Sus brillantes ojos azules se posaron en ella apenas entro, y esta sintió la presión de una sombra sobre ella. Es lo que causaba su presencia en ella. La siguió con la mirada como un tiburón a su presa hasta que estuvo ante la larga mesa y tomo asiento en el otro extremoAmbos callados, ambos solo mirándose fijamente, como si esto fuera una competencia que nadie quería perder.Después de unos minutos, James fue el primero en tirar la toalla — has demorado — no era un saludo. Solo una frase cortante y seca. El tendia a abrir la boca solo para recriminarle cosas—Perdona.—Pero ha valido la pena — suelta mientras rápidamente luego de eso se lleva un trozo de lomo a la bocaEso la distrae un rato confundiéndola, pero el comentario pasa rápidamente desapercibido cuando este sigue hablando—Ha sido un viaje agitado y estoy cansado. Quiero silencio en la casa por las próximas semanas—¿Semanas? — y se le habia escapado decir eso en voz alta.Los ojos de James volaron hacia ella rápidamente
Lyra estaba confundida, habia llegado a su habitación y se habia encerrado con seguro. No porque James no tuviera la llave, si él quisiera entrar aquí no habría nada que lo detuviera, sin embargo, el jamás lo hacía. Y nunca lo habia hecho. Se lanzo en la cama y se arropo de pies a cabeza. Era patética. Peor que una niña. ¿Qué edad tenía? Ya estaba grande para estas cosas. Pero estaba confundida. No entendía que habia pasado abajo. ¿Acaso el disfrutaba torturándola? No. Que pregunta tan tonta. Claro que lo hacía. Se lo había dejado claro en aquel dia cuando eran más jóvenes en aquel funeral. Antes, cuando el venia de visita luego de unos de sus tantos viajes de negocio solía pasar de ella. No la miraba, ni le hablaba, casi como si no existiera. Y cuando notaba su presencia solo era para que sufriera la consecuencia de alguna acción absurda la cual el creía que ella era responsable. ¿Por qué no podía ser como todas las otras veces? Tan solo cada quien encerrado en su mundo añorando a
Cuando Lyra se levanto al dia siguiente, para su tranquilidad, James ya no estaba en la mansión.Tomo su celular e hizo una llamada “Dime” contesto la voz del otro lado“¿Asi contestas siempre?”“Estoy ocupada apunto de entrar al rodaje. ¿Qué quieres?”“Solo saber si estabas libre porque quería verte”“Puedes venir a verme modelar. Unas fotos. Unas firmas. Lo usual”“Suena aburrido Andrea”“Dímelo a mí, ¿Y, que tal la cena de ayer?”“Terrible. Peor de lo que me imaginaba.”“¿Y qué harás hoy?”“Aparte de esperar mis resultados de la tesis que entregue, no mucho.” Lyra suspiro a través del intercomunicador “desde que sali de la universidad y espero a mi sustentación no he tenido nada que hacer. Debo hallar una forma de tener dinero, o buscar trabajo”“¿Y la mesada de James? ¿sigues castigada?”“Lo que me da no me alcanza para nada. Su teoría es que si me da mas me iré a la fuga”“Y seguramente lo harías”Ella rueda los ojos “iré a verlo a su oficina mas tarde. Aun quiero esclarecer unas
Lo primero que hizo fue recorrerla con la mirada en busca de algún daño físico, pero se tranquilizó al ver que a simple vista se veía a salvo. O quizás era su mansión. ¿Acaso se estaba quemando? De otro modo no imaginaba nunca haberla visto pisar esta empresa. —Dime que tan malo es— fue lo primero que soltó—¿Qué?—la muchacha luce confundida—¿Se prendió en fuego? ¿Qué tan graves son los daños?—¿Qué?— volvió a repetir—No me imagino la razón de tu presencia en mi oficina, pero me imagino uno de los escenarios más catastróficos posibles asi que, dilo de una vez. ¿Qué tan malo es? Lo que sea que sea.Ella suspiro —James, la casa no se está quemando.—¿Tu estas bien entonces?Ella por fin tomo asiento—¿No te he dado permiso para tomarlo ?— le indico con rapidezElla solo se lo quedo mirando aburrida, era el tipo comportamiento que ya esoeraba de James —Se que esta silla no me pertenece, y nada en casa lo hace. Pero no vine aquí a discutir eso, asi que solo te ignorareEl alzo una cej
¿Cómo que su asistente? —Pero… ¿Por qué? Tú me oídas, ¿acaso lo has olvidado? —Y porque te odio te doy trabajo, muy lógico Ella hizo una mueca extraña y algo confundida. —no entiendo de que hablas. Además, no tengo mucha experiencia para cubrir un cargo tan alto — lo que no menciono es que tal vez no tenia la paciencia ni la voluntad para servirle a el directamente. —Hace un rato parecías muy dispuesta a hacer lo que sea. Y ahora tratas de convencerme de que ¿no eres capaz? —No se trata de eso — contesto ella a la defensiva —¿Entonces de que se trata? « De ti » pensó ella —Lyra, escucha. Te guiare en el proceso, ¿Quién mejor persona para aprender todo que de mí? Ganaras experiencia, y aprenderás mas de lo que quisieras. Y ganaras bien. Bueno, no del todo bien. Pero un sueldo estable si es lo que quieres. —¿De cuento seria…? —¿Por qué mejor no lo conversamos esta noche? —¿Esta noche? —Si. Como dos personas a punto de volverse socios. O al menos conocidos cercanos del trabaj
Andrea se marcho temprano aquel dia. No quería distraer a Lyra de que se arreglara bien para su “no cita”Para Lyra la idea de eso era simplemente ridícula. ¿Quién sabe para que estaba organizando James todo esto de verdad? ¿Para burlarse de ella? O quizás solo para decirle que la aceptación de su nuevo trabajo había sido solo una broma cruel y que en realidad no le daría nada¿Quién sabe? Se trataba de James después de todo. Y el nunca había sido especialmente blando con ella.Se coloco unos pendientes largos y brillantes. No llevo collar esta vez. Luego se puso un vestido rojo. No era su color favorito. Tampoco sentía que le favoreciera. Pero era uno nuevo que aun no había estrenado.Una prisionera en esta casa que poseía solo las mejores cosas. Un enemigo un poco controversial ¿no?Se puso tacones muy en contra de su voluntad. No es que no le gustaran. Es solo que siempre se le había hecho difícil caminar con ellos. Como James siempre solía estar fuera, muchas veces la cacho estand
HamburguesasSi. Ese fue el menú de aquella noche.¿Lo culpan? Eran las tres de la madrugada de un lunes. No es que hubieran muchas opciones abiertas tampoco...Lyra jamás había visto a James comer comida rápida. Peor una hamburguesa, casi como si fuera un simple mortal, una persona mas del montón, alguien común y corriente comiéndose un pedazo de pan con carne. No es que ella considerara eso una mala comida, ah decir verdad ella comía lo que sea. Pero no James.El tipo tenia un chef personal que solía hacerle y planificarles todos sus almuerzos. Un menú específicamente solo para el. Lleno de verduras, y proteínas. Un menú totalmente variado, balanceado y nutritivo. No sabia que el pudiera consumir algo que no saliera de sus manos.-¿No te gusta?- entonces su pregunta la sorprendió -No has empezado a comer aun.-Oh no… no es eso -habia estado distraida solo viendolo. Entonces Lyra tomo su hamburguesa con las dos manos. Si, con sus manos. No iba a usar cubiertos para tragarse una hambu
¿Cómo explicar el desconcierto? ¿Cómo reaccionar antes situaciones que están fuera de nuestro control o nos resultan inimaginables?De hecho, Lyra se congelo. Al inicio pensó que lo estaba imaginando. Quizás estaba soñando. Quizás aún seguía dormida en aquel sofá esperando a que James saliera del trabajo para ir a la dichosa cena en ese seguro elegante restaurante. Después de todo, la idea de estar cenando comida rápida también parecía algo que podría ser producto de su imaginación. Pero no. No. No lo era.Y la prueba de ello era la presion que el ejercia contra ella. No era un sueño, no cuando el cuerpo de el se pegaba cada vez mas al suyo. No cuando sus manos estaban sobre su cuerpo recorriendola y presionandola de esta manera. Cuando su lengua entraba y salia de su boca a velocidades increibles.Lyra jadeo tratando de recuperar el aire, tratando de girar su rostro para poder respirar. Y noto que el se alejaba tan solo unos milímetros. Solo los suficientes para que ella respirara. T