Cuando Lyra cumplió quince años, su padre le organizo una fiesta por todo lo alto. Una gran fiesta en su mansión donde invito a medio mundo. Todos sus allegados, colegas, e hijos de sus colegas estaban en aquella casa aquel día. Incluso casi todo el instituto del colegio de ella se encontraban alli. Lyra estaba vestida con un hermoso vestido azul y zapatos de tacones blancos bajos. Un peinado que resaltaba sus ondas y un maquillaje que resaltaba sus ojos claros. Mieles y dulces mas que nunca. La chica no es que anhelara esta fiesta, ya le había dicho a su padre que era totalmente innecesario, pero el había insistido. Incluso había hecho viajar a James devuelta a la casa para que estuviera presente en un momento tan importante en la vida de Lyra. El muchacho estaba casi irritado. Pero de todas formas lo veías alli vestido con aquel traje fucsia con la rosa cerca del traje y sus zapatos blancos bien pulidos. El color le quedaba. Toda la ropa le quedaba bien. La belleza era una enemiga
-¿Una mochila nueva?- murmuro la joven. A sus dieciséis años estaba en su ultimo curso. Pronto para ir a la universidad, escoger una carrera y luego la vida de un adulto independiente. -Si, la mando el joven Brown. -¿Sigue en el extranjero? La mujer asintió -no estará para tu fiesta, pero si vendrá unos meses antes de eso para supervisar que todo este bien aqui -Ya veo… -También mando a comprarte un uniforme nuevo -No tiene porque… ya es casi mitad de año. No hace sentido que compre uniforme nuevo. Ya no volveré a utilizarlo luego de este curso -No le sugiero cosas al joven Brown. Solo obedezco e informo, señorita Lyra Ella entendía que era así -esta bien -entonces tomo las cosas. Ella sabia que necesitaba esa mochila. -¿Se encuentra bien? Asintió -Baje a merendar -James no está aquí -dijo -¿puede traerme la comida al cuarto? La mujer sonrió con un gesto casi cómplice -igual que siempre. Pero no lo olvide, si alguien pregunta… -Yo siempre como abajo Entonces la mujer de
Andrea no se quedo mucho tiempo aquel día en la noche, después de todo ya había sido muy tarde. Lyra no entendía porque le era tan difícil contarle a ella todo lo ultimo que acontecía con James. Suponía que… ella solo… solo no quería decepcionarla. ¿Qué pensaría sobre ella luego de eso? Se sentía de alguna forma avergonzada por no saber que hacer en toda esta situación. Solo quería definir mejor lo que le estaba pasando. Tener algo solido de lo que sujetarse. Tener suelo bajo sus pies. En la mañana se metió a bañar con agua caliente. Se seco el cabello y se vistió. Se puso una falda negra con unas medias de malla negra. Zapatos bajos, y una camiseta blanca manga corta. Un lazo oscuro le adornada el pecho. Y sus cabellos sueltos caían de forma desordenada a su espalda. Bajo rápidamente esperando ver a James. No sabía si debía disculparse por la interrupción del dia de ayer. Pero… si Andrea no llegaba ¿se iban a besar de nuevo? Sacudió su cabeza apenada, sus mejillas ardiendo de ve
Horas después la chica tenia colgado en el cuello el collar que James le había regalado. Se lo había metido por dentro de la camisa como un secreto guardado solo para ella. Tenia una gran sonrisa plasmada en el rostro. No entendía si esa razón se debía al collar, o más bien a James. No le desagradaba él. Siempre fue respetuoso y algo… gruñón. Pero, aun así, ahora era diferente. O eso creía… El empresario también lucia diferente, mas calmado, cierta paz y serenidad en el rostro que no solía tener. A la hora del almuerzo, James se disculpo con ella por no poder acompañarla, tenia cosas que hacer. -¿Demoras? -Regresare por ti -miro su reloj. Desde que recuerda a James siempre estaba pendiente de la hora, casi como si cada segundo de su día estuviera ya contado. -iré a la empresa de los Smith. Tengo cosas que discutir y unos negocios que cerrar. -¿Tienes amigos? -Dije negocios. Nada de amistad -Suena frívolo -Estamos hablando de dinero. El dinero es frívolo. El dinero no abraza
Nadie va a llevárselaJames aun recordaba las palabras de su socio. “Es menor de edad igual que tú, es mucha responsabilidad cuidar de ella. Pero si tienes suerte te librarías de ella pronto. Anímate, quizás sus padres vengan a reclamarla.”Habían pasado recién pocos meses desde que su padre había fallecido. Lyra tenia apenas quince años. Debía esperar solo tres años de tranquilidad para estar seguro de que ella no se iría de su lado.James trataba de convencerse de que, si ella se marchaba ahora, no le haría pagar por la pesadilla que el mismo había vivido. Pero en una parte profunda de él, no se quería quedar solo. No. No era eso del todo. No quería perderla a ella…Se apoyo como pudo contra el mural de mármol del pasillo. ¿Porque estaba pensando en esas cosas justo ahora?Estaba ardiendo en fiebre. Su cabeza le daba vueltas. Cerro sus ojos con fuerza tratando de respirar y ubicarseEntonces su voz llego antes -James…Y sus ojos azules la miraronElla cargaba una bata azul -¿te encu
-¿Te encuentras bien?Ella pareció despertar de sus pensamientos. Alzo la vista hacia el -si.-contesto-¿Segura?- James trataba de mirarla por ratos, pero aun así regresaba rápidamente la mirada al vidrio. Estaba justo al volante y tenia que mirar al frente -has estado muy callada desde que salimos de la oficinaLyra dudo. En su cabeza revoloteaban miles de pensamientos, y estos se cruzaban entre sí. Como un enjambre de mariposas haciendo desastre en su interior.¿Debería contarle lo que le dijo Evelyn? ¿O seria mejor ignorarlo? ¿Qué pensaría James sobre ella luego de eso? ¿creería que la estaría calumniando? Evelyn era una estrella de cine. Millonaria. En cambio, ¿Qué tenia ella? Nada.Ella desvió su vista por su propio vidrio -nada.-¿Es el cansancio? ¿o te sientes enferma?-Me siento bien- mintió.Aunque algo en su interior se sentía incomoda. El sentimiento de la duda se sentía como algo pesado en su corazón.James también permaneció en silencio pensando que podía hacer para ani
Su padre estaba muy ocupado en su trabajo. Y en un intento de vacaciones contrato a una mujer para que se los llevara a los dos a una cabaña en un bosque. Era su idea de estar al aire libre. Bueno, no era una cabaña específicamente pequeña. Estábamos hablando después de todo de un millonario.Era época de invierno. Y Lyra estaba envuelta en una capa de abrigos.-Te ves simplemente ridícula -le comento el chico que se encontraba recostado sobre el pequeño sofá con las piernas guindando del otro lado, y su cabeza reposando en la reposadera de brazos del sillón-No deberías sentarte así… padre se molestaría-Mi padre, -recalco- no está aquíEl muchacho se encontraba junto al fuego con las manos en un libro. James al igual que Lyra casi siempre estaba leyendo algo entre sus manos.-Quiero salir-Te congelarasLyra lo miro molesta. Pero James ni la miraba. Odiaba el hecho que las pocas veces que hablara con ella ni siquiera se tomara la molestia de mirarla a los ojos -¿solo me hablas para
-Debemos comprar unos guantes antes…-dijo la mujer Lyra negó -no es necesario. James trajo un par de mas y me dio unos. La mujer sonrió -entonces ya estamos listas -subió por las escaleras y desapareció de su vista. Asumiría que iba tras el muchacho. Ya se imaginaba que tendría que traer a rastras a James para que aceptara hacer algo así. Y mas aun si eso involucraba más interacción entre ambos. Así que se sorprendió cuando el muchacho bajo por su propia voluntad. Traía las manos dentro de su gran abrigo negro. Su cabello alborotado hacia que ciertos mechones cayeran sobre su rostro, y por un segundo la imagen del muchacho le robo el aliento. Y cuando sus ojos azules la miraron, ella desvió su vista de el de forma rápida. Se quedo mirando hacia la puerta y se sintió nerviosa -¿Qué fue eso?- le pregunto el al llegar a su lado -¿Qué fue qué? James suspiro -olvídalo Entonces la mujer los guio hasta el auto. James se subió y se abrocho el cinturón de seguridad. Luego Lyra se subi