-¡¡Exijo hablar con Christopher!! ¡¡Christopher!!, ¡¡suéltame imbécil!! ¡¡Chris!!. Grité con todas mis fuerzas su nombre, porque me rehúso a lo que está sucediendo.-¿Qué mentira le has dicho?, fulminó con la mirada al idiota de Francisco, no me importa lo que suceda aquí, si de todos modos mi padre acabará conmigo. Me safo de los brazos de los guardias y voy contra Francisco para impactar mi gran puño sobre esa sonrisita de mierda.-¡Maldito seas!, ¡te odio Francisco!, le digo mientras lloro y golpeó su rostro sin control. Pero luego, alguien me detiene.-¡Chris!, me tiro entre sus brazos, desesperada, porque tengo miedo. -¿Qué sucede Chris?, preguntó sin despegarme de él, no quiero perderlo, no puedo creer lo que me está haciendo.-Isa, dice alejándome de él.-No puedes vivir huyendo toda tu vida, sufro al igual tu , pero debes despedirte de tu padre. Me dijo, mientras intento calmar mi llanto, y veo que algo coloca en mis manos. -¡Hazlo!, me dijo luego beso mi frente. -No estarás
Ya está por amanecer, no quiero continuar, tengo miedo de seguir. ¡Cómo quisiera que nada de esto estuviera pasando! Mientras más veo pasar las horas, me doy cuenta de que esto es una terrible idea, me rehúso a pensar que Christopher me ha entregado con mi padre sin importar mi destino.Las palabras del idiota de Francisco retumban en mi cabeza, “debes ver con claridad”, “yo puedo ayudarte”, ¿a qué se refería con eso? Quiero saber, pero mi orgullo me impide acercarme a él, ¡cómo podría confiar en un ser tan cruel!, pero el tiempo se me está acabado.-Señor... debemos movernos, hay un grupo de soldados haciendo rastrillaje al lugar, dice el soldado y eso hizo que todos nos alarmemos.-¡Bien!... debe ser los hombres del rey Robert, dijo y yo me paralicé, este es mi fin. ¡Ay Dios mío!Escucho el galope de caballos acercándose hacia nosotros, trago saliva y siento que mi corazón está por salirse. Tomé mi daga, para luego sacar mi cabeza y observar.¡Ay Dios mío!, los hombres comenzaron a
-Isabella, escuchó decir... y es el moribundo de Francisco.-¿Qué diablos quieres idiota?, le pregunté perdiendo la paciencia al recordar que por su culpa estamos en esta situación.No puedo creer que existiendo tantas personas en el mundo, justo con Francisco tengo que estar aquí...¡maldito imbécil!, sigo cuestionándome porqué estoy ayudándolo.-No puedes dejar que te encuentre... es lo que pude escuchar antes su último suspiro... ¡Adiós Francisco!Pero como dice el dicho, yerba mala nunca muere, estoy segura que si no salvaba a Francisco él se levantaría de entre los muertos, la diferencia es que ahora me debe un favor, y voy a hacer que pague por eso.Salí, subí a uno de los caballos con muchísimo esfuerzos, no puedo creer lo que estoy por hacer, nunca en toda mi vida había estado sola y tan libre como ahora, y me da mucho temor.Tomé uno tapado que me prestó el hombre y marché hacia el pueblo en busca de insumo, aunque en no puedo evitar pensar que estoy muy cerca del castillo de
Christopher¿Pero qué fue lo que he hecho?... mis lágrimas caen al escuchar esa noticia, un gran dolor anida en mi corazón y siento que no puedo más con todo esto. La carga que llevo en mi espalda me está matándome, ¡No puedo perderte Isabella!Este dolor me impide respirar, es muy difícil despertar y enfrentarse a un día sin ella. Este es el precio de la ambición, lo que prometí a mi padre, pero está costando mi vida y mi felicidad.Después de escuchar sobre el ataque a mi princesa, solo rezo por qué se encuentre a salvo... mis hombres están realizando una búsqueda, pero no son los únicos y eso me aterra.Hoy será la reunión con personalidades muy importante, lo que mi padre siempre ha deseado y lo que me costó mi relación con Isabella.El plan habia sido un éxito, ella se encargó de hacerme llegar todos los tratados que su padre tenía con los hombres más poderosos. Luego de eso, mejoró las ofertas y fue un éxito.Lo tenía todo, con ellos de nuestro lado, somos casi invencible. Pero
El ambiente era tenso, me sentía como una presa en medio de esta casería. No podíamos permitir que me encuentren antes de conseguir apoyo.-Ese no es el camino, le dije al idiota de Francisco, quién parece que olvidó por qué fue salvado.-¡Oye, Idiota!, ¡detente!, él no me hizo caso, apure el paso para poder alcanzarlo.-¿Me has escuchado?-Si, me dijo y se ríe.-¡No sé qué es lo que te hace gracia, idiota!, por si no lo has notado, estamos yendo en sentido contrario.-Yo estoy consciente hacia dónde estoy yendo... ¿Y tú?-¿A dónde me llevas?-Tenemos un asentamiento por aquí cerca.-Porque no me lo habías dicho...-Tú no me has preguntado.-Idiota.Aunque eso es genial, podemos avisar a Chris que el plan sigue en pie... andando, le respondí muy animada.Él se quedó en silencio, he notado que siempre sucede cuando hablo de Christopher... no sé si sea buena idea confiar en él, después de todo se ha salido con la suya, esto es lo que él quería.Fruncí el ceño molesta, no puedo comprende
Cuando escuché aquellas palabras, mi mundo dio un vuelco y el miedo invadió todo mi ser.“Te casarás con el príncipe Alexander y formaremos una alianza te guste o no” Gritó mi padre, el rey Felipe, sin darme otra opción.………………..Debería ser una de las mujeres más felices a mi edad, pero a pesar de ser una princesa y de tener todo lo que quiero, me siento sola. He crecido bajo las sombras; mi padre el rey Robert, un hombre feroz y mi madrastra la reina Margareth , han hecho que mi vida sea un infierno. Mi padre había embarazado a una criada, producto de esa infidelidad nací yo.En esos tiempos se decía que dar a luz a una niña es un mal presagio y mi padre me odiaba por eso.Mi madrastra me detestaba, e incluso me dejó en manos de una de sus criadas. Cada vez que me veían, comenzaban las indiferencia, las ofensas y podía sentir el desprecio de ambos, creía firmemente que ese rechazo se debía a mi contextura física. Al principio esto era muy doloroso, pero con el tiempo comencé a hac
Hoy conoceré al hombre afortunado de tenerme como su esposa.Ruth cargo todas mis pertenencias al carruaje, “es hora de partir” me dijo y el miedo me invadió.No puedo creer lo que estoy por hacer, el solo pensarlo me da terror. Llevo dieciocho años encerrada en mi habitación, dónde nadie más que mis padres sabían sobre mí existencia. Esto va a resultar un desastre, sé que cuando me vea se sentirá intimidado por mis grandes músculos.El castillo del rey Enrique se encuentran a tres días en caballo, pero tuve la percepción de que la distancia se acortó. -¡Diablos, maldita sea! No podía creer ya habíamos llegado a la ciudad del rey. No puedo entender por qué mi cuerpo empezó a temblar, de repente me agarraron unas ganas terrible de salir corriendo. Baje del carruaje y me dirigí junto a mi padre, quién me recordaba en cada momento el trato que habíamos hecho.No quiero perder a ningunos de mis sirvientes.Sé muy bien que el príncipe se llevará una gran sorpresa cuando me vea, todos los
Iba caminando en dirección a mi habitación y escuché unos gritos.Me acerque disimuladamente para escuchar de qué se trataba.-¡Me lo prometió! ¿Por qué permitió esto?. Se escuchó decir a una mujer, mientras parecía arrojar cosas muy molesta.-¡Quiero que te encargues de ella! No permitiré que me falte el respeto con una gorda ridícula.Al escuchar esto, me alarmé… No es que me considere gorda ni ridícula, simplemente que mis músculos confunde a muchos.Ingresé a mi habitación y luego le puse seguro. Sé que las amantes de mi prometido me rodean por doquier, y en este momento mi vida se encuentran en peligro.………..-¡No puedo creerlo!... ¿Esto es una maldita broma? Rezongaba el príncipe Alexander en su habitación.-Estoy seguro que están haciendo esto para fastidiarme. Hasta donde tenía entendido la reina Stephany jamás había dado a luz a un hijo, de dónde salió Isabella.-¡Es cierto Príncipe! Pero estoy seguro que ella es hija del rey Enrique. Tiene los ojos verdes de su padre y hasta