Ya que no tengo entrenamiento al llegar a casa, decido tomarme un tiempo extra y prepararme para esta noche. Me doy un largo baño en la bañera con los perfumes que me regaló Rik. Enciendo las velas y, cuando termino, me froto la piel con la loción de vainilla. Tardo un rato en secarme el pelo en grandes rizos y me maquillo un poco. No demasiado, no quiero que se note que me estoy esforzando.

Me pongo un vestido de manga larga color oliva con capucha y unos leggings negros antes de ponerme unas botas marrones de ante sintético hasta la rodilla.

Anoche, cuando se me ocurrió la idea de invitar a Rik a cenar, había planeado las guarniciones que acompañarían los filetes. Como papá siempre asa los filetes los jueves, decidí agregar un poco de mantequilla de trufa para que se derritiera por encima cuando salieran de la parrilla. Papá había ido a la tienda hoy y había comprado todo lo de mi lista, que incluía lo que necesitaba para hacer macarrones con queso y una ensalada de cuña. No es eté