Cuando volví a la casa de la manada después de estar en el hospital, Anders había trasladado la mayoría de mis cosas a una habitación del primer piso. No era más que otro recordatorio de lo mucho que había caído. El nombre se me quedó grabado y oía a la gente susurrar sobre "el guerrero roto".

Esperé hasta después del funeral de Lily antes de acercarme a Anders.

"Me voy, Anders".

"¿Adónde te vas, Clint?". Me pregunta mientras navegamos por la casa de la manada. Nunca fue pensado para alojar una silla de ruedas. Anders hizo lo necesario para mí, pero no fue así como se construyó la casa de la manada.

"Me llevo a Cara y nos vamos. No puedo quedarme aquí".

Se detiene y se vuelve para mirarme. "No".

"No puedes opinar. Ya no te sirvo para nada. Ni siquiera soy capaz de ser tu Guardián".

"Sigues siendo un guerrero en esta manada".

"Pero un guerrero roto, ¿verdad? ¿No es así como todos me llaman, el guerrero roto? No puedo vivir así. No viviré así".

Anders gruñe e inmediatam