Le gruño y retrocedo hasta el cuerpo inerte de Calista, ya que Shali se ha visto obligada a retroceder a causa del acónito. No permitiré que nadie le haga daño a mi amiga. El Guerrero Lyle no está por aquí. Espero que esté desmayado en alguna parte y no muerto.

Andra levanta la cabeza y lanza un aullido pidiendo ayuda.

“Oh, mi hermosa pareja. No llegarán a tiempo. No quiero a tu amiga. Sólo te quiero a ti, mi futura Luna”.

Otro hombre se pone al lado de Alfa Mahli mientras cuatro dardos más se disparan en mis piernas. El gruñido de Andra es feroz mientras estira la pata y saca los dardos con la boca.

“Te lo dije, Alfa. Te dije que es una Guardiana. Imagina lo fuerte que será nuestra manada cuando la tomes como nuestra Luna”. El extraño le dice al Alfa Mahli.

“Tienes mucha razón, Terrance. Es increíble lo que puedes aprender hablando con la almohada. Tendré que encontrar una forma de recompensarte por esta importante información”, dice, sin apartar los ojos de Andra.

“¿Por qué no