Cuando Clint entra en el baño, me siento en la cama y me quito las botas. Cada vez que hemos sido íntimos, soy yo la que experimenta el placer y nunca él. Nunca me ha presionado para que le dé nada, pero quiero hacerlo. Quiero darle el mismo placer que él me ha dado a mí.

Cuando entro en el baño, veo que se está tomando la justicia con sus propias manos, literalmente. No debería ser la única que disfruta de nuestro tiempo juntos.

Cuando me ofrezco a ayudarlo, no sé qué hacer, así que me subo el vestido por la cabeza y me meto en la ducha con él. No ha dicho ni una palabra, sólo me mira. Se aparta, me deja entrar y el agua de la ducha me cae por la espalda. Miro hacia abajo y trago saliva al ver lo grande que es. Su mano cabe alrededor de su circunferencia, pero me doy cuenta de que la mía no.

Me agacho y reemplazo su mano por la mía. Él inmediatamente inhala aire y mis ojos se dirigen a su cara. Tiene los ojos cerrados y la boca ligeramente abierta. Empiezo a acariciarlo, como lo v