Casi inmediatamente me quedo detrás de Eli, quien es extremadamente musculoso y utiliza la fuerza de la parte superior de su cuerpo para adelantarme. Yo soy fuerte, pero no tengo la experiencia de entrenamiento que él ha tenido. Sin embargo, él no es ni de lejos tan bueno como yo en el equilibrio, y si a eso le añadimos los troncos voladores destinados a derribarte de la viga pequeña, soy capaz de ganarle algo de terreno.

Tengo que admitir que mi naturaleza competitiva se ve estimulada por tener que correr este recorrido contra Eli. Puedo ver que él está teniendo la misma respuesta. Nos esforzamos cada vez más a medida que nos acercamos al final.

Casi llegamos al final cuando un enorme tronco se balancea hacia abajo. Me agacho justo a tiempo, pero Eli es demasiado grande y es golpeado por el tocón en el que está saltando, en un charco de agua debajo. Me río mientras salto hasta el final y pulso el botón de parada. Miro hacia abajo y veo cómo se levanta y se sacude el agua del pelo. M