Después del baño y la comida, estoy agotada. Estoy muy agradecida de que Liam no empiece a acribillarme a preguntas otra vez. Me asusta que Alessia empiece a hacerse más fuerte y que nos descubran, pero también me emociona tener a mi loba de vuelta. Ha estado más activa desde que nos despertamos, mucho más que en los últimos dos años, así que tengo esperanzas de que pueda fortalecerse y podamos irnos antes de que Liam se dé cuenta de lo que soy.

No recuerdo haberme dormido, pero de repente me encuentro de nuevo en la sala de alimentación. Los gritos, los olores, todo golpea mis sentidos de nuevo. En algún lugar de mi mente, sé que esto es un sueño, pero parece tan real. Cuando el príncipe Keenan vuelve su mirada hacia mí, sus ojos son de color rojo sangre y sus colmillos están extendidos.

"¿Creías que podrías escapar de mí? ¿Creías que no te encontraría y te traería de vuelta? Me perteneces. Eres mía". Me lo gruñe antes de agarrarme la cabeza, tirar de mi cuello hacia un lado y hundi