Idris se durmió casi instantáneamente, y eso generó en mi una sensación cálida y feliz, aunque no hubiera sabido decir porqué me sentía tan bien con la confianza que sus actos demostraban.
Yo la tapé con la manta, y observé en la penumbra sus bellos rasgos, no tenía ni idea de como era posible que una criatura única como ella, hubiera acabado en un refugio de solitarios. Idris es dominante, no hay más que mirarla para darse cuenta, y está bien alimentada, es educada, y tiene cierta elegancia innata.
Después de observarla dormir un buen rato, decido tumbarme a su lado, aunque dejo las mantas por debajo de mi, de este modo, si ella despertara en este momento, no se sentiría intimidada por mi gesto. Y aunque no planeo dormirme, caigo en un sueño profundo y relajado, una calidad del sueño, de la que hacía mucho tiempo que no disfrutaba.
Y aunque solo planeaba reposar unos minutos, nunca más de media hora, me despie
Después de que Josh pronuncie sus duras palabras, se va de la tienda, dejándome sola, y yo decido sentarme en el colchón un poco, antes de salir de allí. Y a medida que me doy cuenta de la forma en que lo he tratado, me voy sintiendo más miserable. Él me ha salvado de los cedros que pretendían violarme, me ha traído hasta su humilde casa, y no ha mostrado reparos al darse cuenta de que había surgido una conexión entre nosotros. Por otra parte, ha sido injusto conmigo asumiendo que yo simplemente no quería estar con él por su falta de rango. Aunque si soy honesta conmigo misma, es posible que parte de mi incredulidad se haya producido precisamente por el hecho de que sea un lobo solitario. Hace tan solo unos días, estaba a punto de convertirme el Luna de una próspera manada, y ahora, me encuentro atada a un lobo solitario, es chocante para mi. Salgo a hurtadillas de la tienda, y me fijo en que todos parecen ocupados, así que aprovecho el momento de confusión para esca
Llevo ya varias horas siguiendo a Idris, y me sorprende que ella no se haya dado cuenta. Al principio, cuando la vi salir de la tienda, mientras yo reflexionaba subido a un risco, pensé que solamente había salido a tomar el aire. Pero pronto descubrí que su verdadera intención era irse de mi campamento. Había pedido a todos los habitantes del refugio que le dejaran su propio espacio, a fin de cuentas, Idris era una invitada en nuestra humilde casa, y no podía obligarla a quedarse allí, si ella no lo deseaba; pero he de reconocer, que tampoco esperaba que se fuera sin siquiera despedirse. La seguí mientras bajaba torpemente, aunque mepareció mucho más grácil que la mayoría de los solitarios que viven en esta tierra, aún así, resbaló un par de veces, y a punto estuvo de caer despeñada. Yo la seguía en la distancia, en mi forma animal, camuflado entre las rocas. Con el tiempo, he aprendido que a mi lobo le gusta crestear la montaña, y que se siente vivo con cada
- Auuuu.- grito cuando siento el duro impacto de las piedras contra mis rodillas. Me acabo de caer, aún no sé ni como, y me he golpeado con fuerza en la pierna izquierda.Antes de que me dé tiempo a ponerme en pie, escucho las pisadas fuertes y seguras de un lobo que se acerca hasta donde me encuentro, y no necesito pensar mucho para darme cuenta de que se trata de Josh.No siento miedo, de hecho, de algún modo, ya me había dado cuenta de su presencia desde hace un rato, sentía su olor fresco y agradable, pero creía que mi mente se lo estaba inventando para paliar el dolor de la brusca conversación de esta mañana.Llega hasta donde estoy, tirada en el suelo, y dejo que se arrime a mi. Él pasa a su forma humana, y cuando veo como el oscuro vello va desapareciendo de su cuerpo, lo echo un poco de menos. Me gusta su forma animal, y me gusta la seguridad que transmite su lobo. Es muy diferente al
Cuando me queda claro que no va a volver, corro tras él, pero noto la pierna en la que me he golpeado resentida tras la caída.- Espérame, Josh.Él se para, sin hablar, de espaldas, y espera a que llegue a su lado, sin siquiera moverse de la rígida posición que ha adoptado.- ¿Adónde nos dirigimos?- pregunto yo recelosa.- A la ciudad.- Pero ahí es donde iba yo, y creo que este no es el camino correcto.- Te aseguro que si que es el camino correcto.Él reemprende la marcha, y yo lo sigo, a la zaga, con la pierna maltrecha, y con un millón de preguntas que se me atascan en la garganta. Aguanto una media hora, más o menos, sin decir nada, y cuando comprendo que no piensa decir ni una palabra durante todo el trayecto, decido enfrentarlo.- Josh, ¿me vas a explicar porqué te has puesto así?- ¿Así? ¿
Estaba asombrada por las formas que se divisaban a través de las ventanas. En aquella ciudad había inmensos bloques de hormigón, que se alzaban hacia el infinito, y que me intimidaban un poco. Me hubiera gustado preguntar por las zonas que veíamos desde el interior del vehículo, pero me dio miedo interrumpir el silencio en el que viajábamos.Cuando llevábamos aproximadamente quince minutos de trayecto, Greg giró hacia otro barrio, y pronto observé como los enormes rascacielos disminuían de tamaño, y daban lugar a edificios más bajos y modestos. Pero tampoco nos detuvimos aquí, sino que seguimos nuestro camino hasta un barrio más alejado aún del hospital del que habíamos salido hace un rato.Este nuevo barrio era una repetición del anterior, edificios feos, con múltiples apartamentos. En algunos había luces iluminando las ventanas; en otro
Tras varios minutos, una amable enfermera se acerca a nosotros y nos pide que la acompañemos. Yo me siento aliviado, porque comienzo a sentirme incómodo por la tensión que se desprende del gesto de Idris. Desde que llegamos aquí, no se ha relajado durante un segundo, y no deja de estirar la fea ropa que le he obligado a ponerse.Seguimos a la enfermera, y observo como Idris contempla todo lo que nos rodea con admiración. Imagino que no esperaba un lugar tan elegante, a juzgar por el aspecto del exterior, pero lo cierto es que el aspecto hostil del exterior del hospital, no es más que una forma de despistar a los posibles intrusos. Realmente, sé que Greg, ha invertido mucho dinero y esfuerzo en adecuar este lugar para que luzca presentable, y realmente lo ha conseguido.Al llegar a una zona con habitaciones cerradas, la enfermera le pide a Idris que entre en una de ellas y cuando yo voy a seguirla, me detien
Después de nuestro arrebato de pasión, Josh se queda profundamente dormido, luciendo una agradable sonrisa de felicidad. Yo lo observo con la cabeza aturdida por los cientos de preguntas que me estoy planteando, pero un rato después, caigo rendida, y me duermo también.Despertamos cuando el sol ya está alto en el cielo, y me doy cuenta de que lo que me ha alertado, ha sido Josh, moviéndose.Me fijo en nuestros cuerpos entrelazados, y pronto entiendo que Josh me haya sacado del sueño en el que estaba sumida, ya que mi brazo rodea su torso, y su pierna se entrelaza con la mia entre las sábanas.Yo retiro rápidamente mi brazo, y desvío la mirada, para que él no pueda leer la confusión que hay en mi mente ahora mismo. Creo que es la primera vez que me acurruco contra un cuerpo con el que comparto cama, habitualmente, suelo preferir alejarme del calor que desprenden las
Los dos días siguientes son una lenta agonía, en la que esperamos cada minuto que el timbre suene, y Greg nos recoja de este apartamento. Lo sucedido en la cocina, ha puesto de manifiesto nuestra falta de autocontrol, y el gesto pesaroso con el que Josh se pasea por la casa, me hace darme cuenta de que lo último que él desea en la vida, es formar una familia.Por supuesto, no es que yo esté ansiosa por ser madre de un bebé al que no puedo ofrecerle apenas nada, pero ciertamente, no siento la clase de aversión que parece sufrir él.Apenas hablamos, salvo para comunicarnos a la hora de las comidas, o al despertarnos. De hecho, Josh, ya no duerme en el único cuarto de la casa; ahora se queda dormido en el salón, en el incómodo sofá de cuero.Al final, la estancia en este apartamento se alarga otros seis días, y cuando al final del sexto día, aparece Miguel en la casa,