Capítulo 25 — Límites Dorian:Pasaron los días, y estuve enterrado en los preparativos para la gala de beneficencia. Todo parecía estar bajo control, pero no pude evitar notar cómo Elektra se había vuelto fría conmigo. Me distraía revisando los detalles del evento, pero su actitud seguía rondando en mi cabeza. Hoy la encontré dejando unos sobres en mi escritorio, y decidí que ya era suficiente. Me acerqué a ella y la detuve, con mis ojos, buscando los suyos.—Elektra, ¿Qué está pasando? —le pregunté, tratando de no mostrar mi irritación.Ella se cruzó de brazos, y pude sentir la distancia entre nosotros, una barrera que no solía estar allí.—No lo entiendes, Dorian —me dijo con frialdad —No sé cómo puedes ser tan contradictorio —Sus palabras me golpearon. No esperaba esto.—¿Contradictorio? —repetí, sintiendo que no me estaba dando ninguna tregua.Ella soltó una risa seca y sacudió la cabeza.—¿De verdad no te das cuenta? —me respondió —No puedes decir que quieres protegerme y luego
Capítulo 26 —Encuentros en la GalaDorian:La gala de beneficencia había comenzado y el salón estaba lleno de caras conocidas, personas muy influyentes de todas las actividades y profesiones posibles, vestidas con sus mejores galas, brindando por la ocasión. Había trabajado durante semanas para asegurarme de que todo estuviera en perfecto orden. El lugar estaba decorado con elegancia, las mesas dispuestas con un gusto impecable, y el ambiente general era uno de sofisticación y exclusividad. A pesar de todo el estrés previo, ver el resultado final me dio un cierto alivio. Estaba conversando con un grupo de empresarios cuando vi entrar a Jordan Sinclair, uno de los hombres más influyentes del mundo de la moda. Yo era amigo de su padre, Oliver Sinclair, a quien le pedí ayuda y me dijo que recurriera a su hijo, y así lo hice. Jordan había proporcionado un desfile para la gala, una atracción clave para el evento. Le conocía muy bien su fama de Don Juan, y lo había visto muchas veces en acc
Capítulo 27—Subasta SorpresaDorian:Necesitaba alejarme de ellos. Las palabras de Alaric seguían resonando en mi cabeza, y cada segundo que pasaba allí, frente a Elektra y mi ahijado, me hacía sentir como si estuviera al borde de un precipicio. Apenas pude mantener la compostura mientras me excusaba.—Si me disculpan, necesito ocuparme de algo —dije, intentando que mi voz sonara natural.Alaric asintió, sin sospechar nada, y Elektra solo me lanzó una filosa mirada. Me di la vuelta y me alejé, con la respiración acelerada. El salón parecía cerrarse sobre mí mientras intentaba recuperar el control. No podía permitirme perder la cabeza, no aquí, no ahora. Caminé hacia donde se encontraba el tesorero del evento, esperando que ocuparme de algo práctico me ayudara a calmarme. Pero cuando llegué y lo vi, su expresión no era precisamente la de alguien con buenas noticias.—Dorian —me saludó, inclinándose ligeramente —me temo que tenemos un problema.El corazón me dio un vuelco. Esto era lo ú
Capítulo 28 —La Oferta InesperadaDorian:Después de mi breve discurso en el escenario, bajé con la esperanza de poder retomar mi papel en las sombras, observando desde una distancia segura. Pero pronto me di cuenta de que la situación estaba a punto de salirse de control. Jordan comenzó la subasta con su habitual energía, animando a los asistentes a participar. Era una situación hasta divertida, sin embargo, todo cambió cuando escuché una voz clara y decidida elevarse por encima del murmullo general.—Ofrezco… doscientos mil.El salón quedó en silencio. Sentí como si el aire se volviera más denso a mi alrededor. La voz era inconfundible, y cuando giré la cabeza, la vi. Elektra. Estaba de pie, firme, con la mirada fija en Jordan. Una sensación de pánico comenzó a instalarse en mi pecho. ¿Qué estaba haciendo?Jordan, siempre el showman, no dejó pasar un segundo.—¡Doscientos mil! —anunció con entusiasmo—. ¿Alguien ofrece más?El murmullo en la sala creció, reflejando la sorpresa genera
Capítulo 29 —Sospechas y SecretosDorian:La gala transcurría sin problemas, o al menos así lo parecía para los demás. Mi mente, sin embargo, estaba en otra parte, pues la había dejado en esa pequeña habitación de limpieza, donde solo unos minutos antes había estado con Elektra y aun podía sentir en mis labios su sabor. Fue entonces que mi teléfono vibró dentro de mi bolsillo, pensé en ignorarlo, pero algo me dijo que podía ser importante, así que lo miré. Era un mensaje que hizo que mi corazón prácticamente se detuviera. Lo leí una y otra vez, esperando que, de alguna forma, las palabras cambiaran, pero el mensaje seguía siendo el mismo#NUMERO PRIVADO A DORIANSé lo que estás haciendo con Elektra. Mejor cuida tus pasos o Gideon lo sabrá.El sudor frío me recorrió la espalda. ¿Quién lo sabía? Y peor aún, ¿quién estaba lo suficientemente cerca como para atreverse a amenazarme? Aunque mi primera sospecha fue Mario, algo me decía que alguien más podía estar detrás. Mis ojos recorrieron
Capítulo 30— El café Elektra:—¿Te gustó mi regalo? —me preguntó con una sonrisa instalada en su cara —Lo único que deseo es que tú y Dorian se hagan cercanos, los dos son muy importantes para mí, por lo que espero que disfruten de la cenaAsintiendo con una sonrisa tensa, me maldije a mis adentros al sentirme una desgraciada, descarada; porque él no se merecía mi engaño, y caminando para reunirnos con un par de asistentes a la gala, quienes eran conocidos de mi padre, la inquietud no paraba de invadirme.¿Cómo se le ocurre a Dorian que pude contarle a alguien lo que sucedía entre nosotros, si la única que conoce nuestra historia es Katrina, y ella no sabe de su vínculo con mi padre? Sonriendo fingidamente, me uní a la charla que transcurría entre risas, y cambiando de tema de manera drástica, el mejor amigo de Alaric, Fernando, comentó—Elektra, ¿y desde cuándo el interés de donar a la caridad? Porque, según vi en la puja, te veías muy interesada en ganar.Tragué grueso al ver que
Capítulo 31 —Una Cena con sorpresaDorian:Estaba sentado en mi oficina, revisando algunos informes cuando el teléfono comenzó a sonar. Traté de ignorarlo, pero mi corazón comenzó a palpitar sin control, pues podría ser la persona que estaba tratando de extorsionarme. Finalmente cogí valor y miré la pantalla, vi el nombre de Gideon parpadeando. Eso no me dejó más tranquilo. Sentí una punzada de culpa al verlo. Llevaba días evitando sus llamadas, poniendo excusas y evadiendo los encuentros. Sabía que no podía seguir así mucho más tiempo, pero cada vez que pensaba en él, la imagen de Elektra aparecía en mi mente y me recordaba el desastre en el que estaba metido. Suspiré, recogí el teléfono y contesté.—Gideon —dije, tratando de sonar lo más relajado posible.—¡Dorian! —La voz de Gideon sonaba alegre, despreocupada, como siempre —Al fin me atiendes. ¿Qué pasa, amigo? Hace tiempo que no nos vemos.—Sí, lo sé. He estado muy ocupado con la campaña, el trabajo en el Congreso y ahora la cons
Capítulo 32 —La nota…Narrador:Manteniéndose en su despacho pensativo, ansioso aún por el inquietante silencio del extorsionador, Dorian no lograba centrarse en ninguna actividad, su mente no dejaba de buscar un posible culpable, el cual no parecía hallar. Colocándose de pie, pretendía salir a pedirle a su asistente algunos documentos, y escuchando en ese instante como su teléfono sonaba, con el corazón acelerado, se apresuró a revisarlo, encontrando un mensaje que lo hizo pasar la mano por su rostro un par de veces.#NÚMERO PRIVADO A DORIANSi aún te quedan dudas de que tengo pruebas para hundirte, mira lo que he encontrado. Abriendo la imagen adjunta, Dorian sintió como sus pies perdían las fuerzas, y recargando la mano en el escritorio, trató de respirar al reconocer la nota que le envió Elektra, la cual fue escrita con su elegante caligrafía.“¿Aún sigues pensando en nuestra última noche?”Pensando cómo fue que esta persona encontró la nota, repasó lo que sucedió con esta, y rec