Sherry alzó la mano y tocó la cabeza de Sylvia.

—No te preocupes, Syl. Sólo quiere vengarse de mí. No me hará mucho.

Sylvia la miró.

Había una sonrisa en las comisuras de su boca, pero su pálido rostro la hacía parecer un poco débil. Sin embargo, no había ira en su expresión.

Sylvia no pudo evitar preguntar.

—¿Por qué quiere vengarse de ti? ¿Le hiciste algo antes?

Sherry suspiró cuando la tristeza brilló en sus ojos.

—Lo engañé.

Sylvia también había pensado en esa posibilidad.

—Incluso si lo engañaste antes, no iría tan lejos solo para vengarte, ¿verdad?

—Lo lastimé profundamente.

—¿Como es eso?

—Olvídalo. Todo está en el pasado, así que no hablemos de eso —Sherry la miró—. ¿Y tú? ¿El Amo Carter te entendió mal cuando te metiste con otra persona esta tarde?

Sylvia frunció los labios al escuchar el nombre de Odell y respondió con una sonrisa:

—No, le expliqué todo claramente.

Al ver su dulce expresión, Sherry suspiró aliviada.

—Eso es bueno.

Luego pre