Un agudo silencio se apoderó del momento en que Sylvia reveló estos hechos pasados.

Sylvia asumió que Thomas estaba desconcertado por la historia y se rio entre dientes con autodesprecio.

—Tú también crees que es absurdo, ¿no?

Apretó su mano en un puño debajo de la mesa, pero colgó una leve sonrisa en sus labios.

—Es bastante increíble, lo admito.

Después de una pausa, volvió a preguntar:

—¿Eso significa que se dio cuenta de que tú fuiste quien le salvó todo el tiempo?

—Sí, Tara terminó devolviéndole el anillo. Fue en algún momento cuando me llevaste a Cielo Exuberante con Isabel y Liam para visitarlo. Después de eso, cuando volví a por los niños, ahí fue cuando accidentalmente vi el anillo.

Un silencio incómodo descendió sobre ellos de nuevo.

Ella sintió que algo andaba mal y le echó un vistazo.

Su hermosa expresión parecía brillar debajo de las luces del techo. Podía ver su propio reflejo dentro de sus ojos color avellana.

Habló de repente:

—Entonces, ¿planeas