El conductor practicaba artes marciales, por lo que pudo esquivar a los rufianes y darles una paliza a cada uno. Al darse cuenta de que no eran rivales para el conductor, los rufianes le dieron una mirada resentida a Tara y luego huyeron. Entonces, el conductor ayudó a Tara a levantarse. Cuando Tara se dio cuenta de que el conductor de Odell fue quien la salvó, puso una cara de sorpresa y dirigió la mirada al coche con los ojos llenos de lágrimas. "Odell...", dijo ella mientras trataba de aguantarse las lágrimas.Odell seguía sentado dentro del coche con su expresión fría.El conductor no recibió más órdenes de su jefe, así que no podía hacer nada más aunque quisiera. Le dijo a Tara: "Señorita Avery, se está haciendo tarde. Por favor, vaya a casa". Luego, él le soltó la mano, con la intención de volver al coche. Sin embargo, en cuanto el conductor la soltó, Tara cayó a un lado con un ruido sordo. Con la luz frontal del coche iluminando su pálido rostro y sus ojos cerrad
Sylvia cayó sobre la pantorrilla que Odell le rompió e inmediatamente jadeó de dolor. La Tía Tonya salió corriendo de su habitación al oír el fuerte golpe y encontró a Sylvia en el suelo, justo en la entrada. Corrió a ayudarla a levantarse y le preguntó: "Syl, ¿qué te pasó? ¿Te hiciste daño?". Sylvia jadeó y le dijo: "Tía Tonya, por favor, busca a Sebastian y pídele que se ponga en contacto con el chofer de Odell". Tía Tonya preguntó con suspicacia: "¿Por qué necesitas contactar al chófer de Odell?". "Acabo de ver una noticia sobre un accidente automovilístico y uno de los coches se parecía mucho al de Odell". La expresión de la Tía Tonya cambió. "Bien. Entra y siéntate, yo iré a buscar a Sebastian". Luego corrió a la casa de al lado. Sylvia no quería volver a entrar en la casa. Además, el dolor en la pantorrilla también le impedía moverse bien. Se sentó en lo alto de la escalera y la esperó ansiosamente. Unos minutos después, la Tía Tonya volvió corriendo de la casa
Las lágrimas empezaron a rodar por las mejillas de Tara. "No te pido que me perdones. Solo espero que mis acciones no te hayan afectado demasiado. De verdad, de verdad, espero que puedas vivir una vida feliz con Sylvia. Así entonces, aunque muera, podré descansar en paz". Odell puso cara de fastidio. "Solo estás débil, no morirás". Tara sonrió amargamente. "Morir es mejor que vivir con la culpa y el dolor". "Lo que pasó ya está en el pasado. Ahora estamos a mano. No te haré responsable de lo que hiciste, así que no seas tan dura contigo misma". "Está bien, haré lo que digas". Echando un vistazo a su teléfono, Tara miró a Odell de forma emotiva y le dijo: "Odell, esta noche aún tengo que trabajar y se me hace tarde. ¿Podrías llevarme? Está a las afueras del Distrito Viejo. Te prometo que después de esto no volveré a aparecer frente a ti. Pensemos en esto como la conclusión de nuestra relación. ¿Por favor?". Odell miró su reloj y vio que ya era más de la medianoche. Tanto I
Era evidente que el hombre estuvo acompañando a Tara en el hospital. Sin embargo, Sylvia pensó que tuvo un accidente de coche y además, se hizo daño en la pierna por él. Ella misma se lo buscó. Se preocupó por el gusto. ...Al salir del elevador, la Tía Tonya empujó a Sylvia directamente al consultorio del doctor. Después de hablar de su estado con el doctor, le hicieron una radiografía. Afortunadamente, ninguno de los huesos de la pierna se rompió. Sin embargo, la pantorrilla estaba roja e hinchada. Después de que le aplicaran algunos medicamentos, Sylvia salió en silla de ruedas de la oficina del doctor. Cuando la Tía Tonya la llevaba de vuelta al elevador, las puertas de este se abrieron y Odell apareció. Tenía el ceño fruncido y el rostro ansioso.En cuanto se abrieron las puertas, salió a grandes zancadas y se acercó a Sylvia. "¿Qué te dijo el doctor? ¿Cómo está tu pierna?". Sylvia se calmó después de ver al doctor, así que solo miró fijamente a Odell y le dij
El coche regresó a casa de Sylvia tranquilamente. En cuanto el coche se detuvo, la Tía Tonya salió inmediatamente para ayudar a Sylvia a bajar del coche. Sin embargo, Odell se le adelantó. Abrió la otra puerta, agarró a Sylvia por la cintura y la sacó del coche. Sylvia lo fulminó con la mirada. Odell frunció los labios mientras la llevaba dentro. La llevó hasta su habitación y solo la soltó cuando la colocó en la cama. Sylvia resopló y se apartó de él. Sin embargo, incluso después de un largo rato, la habitación permaneció en silencio y el hombre no parecía que se iba a marchar. Molesta, se giró hacia él y le preguntó: "¿Por qué sigues aquí?". Con los brazos cruzados, se quedó parado junto a la cama y la miró intensamente. "¿Cómo te lastimaste la pierna?". Ella sabía que si no le decía, él nunca se iría.Tragó saliva y dijo a regañadientes: "Me resbalé y me caí". "¿Dónde? "En la entrada". Odell frunció los labios y dijo bruscamente: "Ten cuidado la próxima ve
Sylvia durmió hasta que se despertó naturalmente.Cuando se despertó, Isabel y Liam estaban sentados a su lado mirándola con sus ojos grandes y redondos.Parecían dos panecillos y eran sumamente adorables.Sylvia se incorporó con una sonrisa y les preguntó: "¿Qué hacen aquí?".Isabel hizo un puchero. "Mami, la Tía Tonya me dijo que te volviste a lastimar la pierna".Liam no dijo nada y se quedó mirándola en silencio.Sylvia sonrió. "Mami está bien. Es solo una herida leve. Me recuperaré en unos días".A Isabel se le iluminaron los ojos. "¿De verdad?".Sylvia se apresuró a decir: "De verdad".La expresión de la niña finalmente mejoró.Sylvia también se movió y se levantó de la cama.Todavía tenía la pantorrilla un poco hinchada y le dolía, pero evidentemente estaba mucho mejor que anoche.No podía caminar demasiado rápido, pero sí con normalidad.Bajo la supervisión de sus dos pequeños guardianes, Isabel y Liam, Sylvia se aseó rápidamente, se puso un abrigo liviano y salió
Odell continuó: "Anoche estaba en el Distrito Viejo para asistir a una cena familiar. Me topé con Tara al salir de un callejón. Estaba siendo acosada por unos rufianes y se desmayó delante de mi coche, así que no tuve más remedio que ayudarla. Por nuestra relación pasada, la acompañé al hospital, donde nos encontramos".Odell hablaba con un tono tranquilo y magnético que resultaba muy agradable a los oídos.Sylvia giró la cara para evitar mirarlo a los ojos. "No tienes que explicarme eso. Me da igual la relación que tengas con ella".Odell utilizó la palma de su mano para agarrarle la cara y le levantó el rostro mientras le decía con una sonrisa: "Si no te importa, ¿por qué estás tan enfadada?".Sylvia parpadeó. "No estoy enfadada”.Él bajó la mirada hacia ella y le preguntó en voz baja: "¿En serio?".Ella se enrojeció. "Sí".Antes de que pudiera terminar, sus labios volvieron a posarse sobre los suyos.A diferencia del beso violento de antes, este fue muy suave, aunque todavía
Sylvia respondió con una sonrisa: "No me hizo nada. No te preocupes"."Está bien". La Tía Tonya bajó la escoba.Sylvia pensó en algo y preguntó con suspicacia: "Tía Tonya, ¿viste a Odell esta mañana temprano?". ¿Por qué la Tía Tonya parecía tan sorprendida de verlo?La Tía Tonya también parecía desconcertada. "No. Sebastian me llamó poco después de levantarme. Solo vi a Odell cuando regresé".Sylvia frunció el ceño. "Entonces, ¿no fuiste tú quien le dijo que me lastimé la pierna por su culpa?".La Tía Tonya dijo rápidamente: "No, claro que no".Sylvia se atragantó y sintió que se le calentaba la cara.Estaba claro que aquel hombre le mintió.La Tía Tonya vio que parecía alterada y le preguntó preocupada: "¿Qué te pasa, Syl?"."No es nada. Tengo hambre. Hagamos el desayuno"."Claro. Ya preparé los ingredientes. Iré a empezar", dijo la Tía Tonya y se fue a la cocina.Sylvia echó un vistazo al exterior y luego la siguió hasta la cocina....Por la noche.Sylvia y la Tía Tony