Esa misma noche, después de poner a Isabel y Liam a dormir, Sylvia caminó hacia la sala. La Tía Tonya colgó el teléfono cuando vio a Sylvia y le informó: "Sylvia, acabo de hablar con Sebastian. Me dijo que, desde que se divorciaron, Odell se la pasa casi todos los días laborables en la oficina. A veces, hasta pasa la noche en su despacho en vez de regresar a casa. Incluso a estas horas, sigue en la oficina, así que no hay ninguna posibilidad de que esté en casa mañana". Sylvia sonrió y dijo: "Está bien". Ya que él no estaría en casa, ella podría llevar a Isabel y a Liam a ver a la Señora Carter. ... Mientras tanto, en la Torre Carter, en el distrito central de la ciudad, las luces seguían encendidas dentro de la oficina en el último piso. Después de terminar su trabajo, Odell se recostó contra su silla y se puso a leer un poco. Ding… ding… Su teléfono sonó de repente. Era Sebastian. Odell se acercó el teléfono a la oreja. "Sebastian, ¿qué pasó?", le pregun
Sebastian le lanzó una mirada a la Tía Tonya. "Pues...". La Tía Tonya intervino: “Sebastian, Sylvia tiene razón. Tenemos que irnos. No te preocupes por nosotros, estaremos bien". Sebastian lanzó una mirada extraña en dirección a las escaleras antes de ceder: "Está bien". Sylvia se despidió de él y salió con Liam en sus brazos. La Tía Tonya la siguió de cerca cargando a Isabel. Cruzaron el patio y pasaron el portón rápidamente. Mientras tanto, en una habitación en el segundo piso, un hombre alto los miraba fijamente por la ventana. Él tenía una mirada profunda y pensativa mientras observaba a Sylvia en particular. El sol proyectaba sus suaves rayos sobre la esbelta espalda de Sylvia, el calor del sol la hacía parecer especialmente delicada. ... La academia también tendría vacaciones de invierno. El jueves iba a ser la última clase de Sylvia ese semestre. Después de levantarse por la mañana y desayunar con los niños y la Tía Tonya, abrazó y besó a los dos pequeños
Después de pagar la cuenta, Sylvia cogió su abrigo y caminó hacia afuera. Thomas la siguió. De repente, ella sintió el roce sensual de un dedo deslizándose sobre su cara. Sylvia se sobresaltó y miró sorprendida a Thomas. Thomas volvió a tocarle la cara y esta vez le dijo con una voz monótona: "Tienes la cara muy roja. ¿Tienes fiebre?". Sylvia balbuceó: "Estoy bien. Quizá es por comer tanto picante". Thomas la miró con recelo. "Entonces, no comas cosas tan picantes la próxima vez". "Está bien". Sylvia volvió a mirar de frente. "Regresemos a la academia". Sylvia aceleró el paso y aumentó la distancia entre los dos rápidamente. Mientras Thomas seguía su ritmo, sus labios se crisparon al mirar la figura de ella que se alejaba. ... Sylvia permaneció sentada en su despacho durante largo rato antes de que su rostro regresara a su tono normal. Recordó que cuando se casó por primera vez con Odell, Thomas aún tenía la cara un poco redonda. Ahora ya no era tan ani
Ramona suspiró exasperada y la miró fijamente: "Dice que tiene un viaje de negocios y que no podrá venir". La Señora Springsteen frunció el ceño severamente. "Aunque esté ocupado, seguro que puede sacar tiempo". "Está muy centrado en su carrera. No puedo convencerlo". "Supongo que es normal que esté tan ocupado, ya que tiene que supervisar él solo las operaciones de una corporación". La Señora Springsteen pensó durante un rato y dijo: "¿Qué tal si lo discuto con el viejo y vemos si podemos cambiar la fecha de la fiesta a dos días antes?". Ramona le preguntó preocupada: "¿Alterará su agenda?". La Señora Springsteen sonrió y dijo: "No, de todos modos es solo dos días antes". Había dos razones para el regreso del Señor Springsteen en esta ocasión. Una era desarrollar su negocio en Westchester, y la otra era encontrar una pareja para su querida nieta. Su nieta no tenía mucho interés en nadie de Westchester, aparte de Odell. Aunque Odell estuvo casado y tenía dos hijos,
Al atardecer, el resplandor del sol caía sobre el planeta y sus tierras. Un coche negro avanzaba por la autopista. En su interior, solo había un silencio imperturbable mientras el chofer conducía el coche con destreza. En la parte trasera había un hombre recostado contra el asiento mientras cargaba en sus brazos a Isabel dormida. Liam estaba sentado a su derecha. El niño también dormía, apoyado contra su hombro. Al cabo de un rato, el coche se detuvo frente a la casa de Sylvia. Odell despertó suavemente a Liam y salió del coche, con Isabel en sus brazos. La Tía Tonya salió a recibirlos. Agarró a Isabel, que aún dormía, de las manos de Odell y le dijo con una sonrisa cortés: "Amo Carter, llevaré a los niños adentro, así que no lo despediré, hasta luego". Dicho eso, se dio la vuelta con Isabel en sus brazos. Liam se frotó los ojos somnolientos y no la siguió. En lugar de eso, miró a Odell. Observó en silencio a Odell por un rato antes de decirle: "Si quieres ver a Ma
Sylvia y Christopher llegaron a la entrada. Tras mostrar su invitación, el mayordomo los guió adentro. Siguieron al mayordomo y entraron en una casa que parecía un castillo. La cena se celebró en el salón principal de la primera planta. En el centro del techo, colgaba un candelabro de cristal que derramaba su glamurosa luz por todo el salón. Tras hacerlos pasar al salón, el mayordomo esbozó una sonrisa de disculpa y dijo: "Por favor, siéntanse como en casa. Debido a la salud de nuestro señor, puede que tarde más en bajar". Christopher contestó cortésmente: "No se preocupe. Lo entendemos". El mayordomo se excusó antes de ir a servir a otros invitados. Sylvia, Christopher y los demás se sentaron en uno de los sofás. Al mismo tiempo, había una joven maquillada impecablemente con un vestido celeste arriba de la escalera de caracol, observándolos desde lejos. Miraba en dirección a Sylvia indiscretamente. Momentos después, una anciana de cabello blanco y cubierta de joyas car
Odell se sintió ligeramente desanimado. El Señor Springsteen y su familia estaban a su lado y todos notaron bruscamente su ligero cambio de expresión. La Señora Springsteen preguntó: "Señor Carter, ¿hay algo que le molesta?". Odell controló sus emociones y dijo: "No, todo está muy bien". Levantó el vaso para beber un sorbo de alcohol. La Señora Springsteen lanzó una rápida mirada a Ramona, quien estaba sentada más lejos. Ramona le sonrió y le indicó que no se preocupara porque ese era el comportamiento normal de Odell. Por lo tanto, la Señora Springsteen suspiró aliviada. Mientras tanto, en el pasillo que conectaba el vestíbulo con el baño, Sylvia salió después de hacer sus necesidades y vio a la multitud que rodeaba a Odell, parecían como fanáticos animando a su ídolo. Se detuvo de inmediato. No esperaba que Odell asistiera al evento, pero teniendo en cuenta la relación entre los Carter y los Springsteen, no era de extrañar que viniera. Se quedó allí parada y esper
Sin embargo, Sylvia escuchaba a Thomas tocar el piano a menudo y él también tocó esta canción para ella. Ya fuera por la forma de tocar o por la melodía, Thomas parecía mucho más natural que Lily, así que Sylvia perdió el interés al cabo de un rato. Levantó su plato de aperitivos y siguió comiendo. Fue entonces cuando una figura alta apareció a su izquierda. Sorprendida, Sylvia dirigió la mirada hacia la figura y, antes de que pudiera reaccionar, él se sentó a su lado. Toda la sala estaba a oscuras, y el único foco de luz era Lily y su piano, por lo que Sylvia tardó en reconocer a la persona que estaba a su lado. "¿Thomas?", le preguntó en voz baja. "El único e inigualable", dijo él. Sylvia quedó desconcertada por su llegada. "¿Qué te trae por aquí?". "Lily y yo éramos compañeros de clase. Ella me invitó", dijo él. Sylvia asintió. No hizo más preguntas. Thomas también disfrutó en silencio del recital. No dijo ni una sola palabra más después de explicar su llegada.