– Parece ser que tu apellido es bastante popular en este lugar – comento Ethan al aire mientras caminábamos por la calle principal en dirección al único mini-súper en todo el pueblo.
– Si, solo un poco – comente evitando el tema, atravesando las puertas del lugar.
Luego de la llegada de Miriam, mamá había vuelto loca a la muchacha que la ayudaba en la cocina, a fuerza de infinitos mandados y pedidos, tanto así que en un momento de nerviosismo la pobre Edith termino derramando el juego de duraznos, sobre las deliciosas y recién horneadas galletas, pero antes de que mi madre se volviese un enorme y gruñón Hulk, me levante rápidamente como voluntaria para ir a la tienda a por más, arrastrando a Ethan conmigo hasta el lugar donde estábamos ahora.
El viejo dependiente del lugar seguía exactamente igual a como lo recordaba – unos
– Miriam, ¿Tu no tenías algo importante para decir? –intente desviar la conversación– De momento esta conversación está mucho más interesante hermanita – me sonrió mostrando los dientes y quise golpearla, ya me las pagaría cuando estuviéramos a solas. – Hija – papa me tomo por los hombros mirándome con preocupación – Mi hermosa hija, ¿Tiene acaso tu puesto de trabajo algo que ver con su relación?– Papá – me solté con suavidad y calma – Por favor ¿Cómo puedes siquiera pensar algo como eso?– Más importante aún, Ethan suele aparecer en las revistas de cotilleo con cada fulana – comento mi hermana al aire – No fue la última aquella súper modelo ¿Cómo que se llamaba? ...– Oh mi princesa, nunc
– Cuando te conocí, no entendía como alguien podía apagarse tanto luego de la muerte de un ser querido, supongo que los inventos de Vivian me dieron el empujón que necesitaba para acercarme a ti, no podía creer que de un año a otro todo lo que recordaba de una chica hubiese desaparecido. Supongo que ahora tú me vez del mismo modo. – rio aun la sonrisa no llego a sus ojos.– No olvidamos a quienes parten, solo aprendemos a vivir sin ellos – le sonreí – supongo que apenas empiezas a entenderlo.– Creo que sí. Chloe mi Sara hubiese querido que te diera las gracias por ella también, fuiste nuestro cupido.– Me alegra lo feliz que fueron. – le sonreí dulcemente – Pero Félix, tienes que rehacer tu vida, aun eres muy joven.– Es gracioso, pero es lo mismo que dijo Sara en el hospital – rio s
– Chico de la barra – dijo Chloe sorprendida– Chaparrita – respondió Javier con absoluta felicidad, y tan efusivo como siempre abrazo a Chloe sin que esta se lo esperara – ¿Qué haces aquí? No habré interrumpido algo – dijo sugerente alzando las cejas.– No para nada, yo trabajo aquí – le respondió Chloe– Ya veo – Javier acaricio su barbilla como si estuviese pensando – Entonces mi querido amigo es tu jefe – abrió los ojos sorprendido– Eres realmente brillante amigo – murmure con burla. – Me alegra volverte a ver chaparrita – continuo Javier ignorándome – precisamente le había preguntado por ti hoy.– ¿Por mí?– Si, veras cuando fuiste a mi bar causaste un poco de estragos en mi pobre amigo – explico – y
– Hola hermosa ¿Cómo estas preciosas? – le hacía mimos a la pequeña de apenas un mes que tenía en brazos.– No creo que logre entenderte mucho de lo que le dices Chloe, pero si está feliz contigo – Esteban a mi lado reía mientras veía como le hablaba a su pequeña Trinidad, cuando llegue con Alex, lo encontré jugando con un pequeño que por alguna razón se me hacía tan familiar, pero era incapaz de reconocerlo, hasta que fue el quien corrió a mí con felicidad- Tía – se abrazó a mí, al verlo sus padres se acercaron y entonces supe exactamente quién era.– Agus – me agache a su altura abrazándolo devuelta – Que grande estas.Habían pasado 3 años desde que no le veía y estaba enorme tanto que apenas si pude reconocerlo, pero para Agustí
– Mami ¿Ethan y Alex se quedarán aquí? – apareció Dylan con Ethan de la mano. – Así es mi amor, Alex y Ethan dormirán aquí hoy.– Si – gritaron ambos, mientras corrían por el departamento, dejándonos solos en la cocina.– ¿Te gusta cocinar? – Ethan me observaba desde la entrada– Es relajante hacerlo cuando tienes tiempo, pero usualmente estoy corriendo de un lado para el otro.Alce el sarten para darle la vuelta al panque.– ¿Qué tal un poco de ayuda? – le sugerí a Ethan, que llevaba un buen rato parado en el marco de la cocina simplemente mirando– ¿Qué hago? – se acercó rascándose la nuca. Posiblemente porque la cocina no era precisamente su zona de confort.– Es simple, te toca rellenar la masa. Te dej
Encontré a Ethan esperando en el ascensor por mí, en cuanto lo vi una gran sonrisa se apodero de mis labios, y un cosquilleo nervioso atravesó mi estómago.<< ¿Qué me pasa? >>– ¿Cómo fue tu día? – me pregunto una vez juntos en el ascensor– Nada nuevo, ya sabes – me encogí de hombros – mucho que hacer, muchos correos por responder en dos semanas será la cena de San Valentín y muchos están algo emocionados por el tema.– Sobre todo los de marketing – agrego él – hoy me he reunido con el gerente de área, quieren cubrir la gala, como si de una alfombra roja se tratara. ¿Qué piensas?– Me gusta mucho la idea – el ascensor llego al subterráneo – La verdad es que es una excelente manera de crearnos publicidad, sin necesidad
Durante la semana Chloe me había comentado que pasaría el fin de semana en la casa de su abuela, y sabía que Dylan era el más emocionado con la idea y me alegraba que pudieran pasar tiempo juntos, después de todo, eso era lo que Chloe más quería, estar con su hijo.Hasta ahí todo bien, pero cuando Javier me pregunto si saldría con Chloe el fin de semana, y mi respuesta fue "Ella está en casa de su abuela", no descanso hasta convencerme de ir por ella y Dylan Y ¿Por qué no? Casi me parecía la mejor idea que Javier ha tenido, hasta ahora, pero al llegar a casa de la abuela de Chloe, no estaban solo ella y Dylan un sujeto abrazaba a mi novia, y ambos reían.<< ¿Celoso yo? Para nada >>Me aclare la garganta para llamar la atención, pero ninguno pareció notarme tan exhortos en su diversión, por lo que pase al segundo plan.&nb
– Entonces, ¿Cómo te fue con tu chica Romeo? – Javier deslizo un vaso lleno de cerveza hasta miDejándome en silencio con su pregunta, me llevo a recordar el momento en que la encontré abrazada a Félix, nunca me había sentido tan celoso y molesto por algo como eso.– Amigo, creo que estoy jodido – suspire mirando el fondo de mi cerveza– ¿De qué hablas? ¿Se pelearon?– No – hice una pausa tomando un largo trago antes de continuar – Pero estoy jodido. – Javier se rio de mí, sin entender nada– Creo que tu resistencia al alcohol a disminuido, y apenas es tu cuarta cerveza.– Esto es enserio – golpee la mesa – estoy jodido– No, no lo estas – se rio Javier – Solo te gusta mucho una mujer.– No seas idiota Javier –