El Rey Lucien no les prestó atención. Toda su atención se centró en la rubia de aspecto esbelto que yacía ante él. Se agachó y levantó a Danika en sus brazos.Cuando su cabeza cayó a un lado, la acunó cerca. Las lágrimas secas delineaban sus mejillas, sus ojos cerrados. No apartó los ojos de su rostro mientras empezaba a dar órdenes. “Baski, consigue todas las hierbas que puedas necesitar y llévalas a mis Habitaciones. Dargak, manda a los guardias a llamar a Angie, el curandero. Dile que solicito que él y todos sus discípulos vayan a mis Habitaciones. Garon, ve a mis Habitaciones y recoge a Remeta y a un niño. Llévalos a las Cámaras de Baski y haz que uno de los discipúlos de Angie los vea cuando lleguen”.“¡En camino, su alteza!”. Los dos respondieron al mismo tiempo y se apresuraron a desaparecer. El rey salió del calabozo, negando con la cabeza cuando Chad se ofreció a cargar a Danika de nuevo. La sostenía, y no dejaba de mirarla mientras caminaba. Entonces, Chad caminó a su
Baski estaba usando agua fría en una toalla para limpiar el sudor del rostro de Remeta cuando sus ojos se abrieron. Se levantó y miró a su alrededor, confundida. “¡Remeta! Me alegro mucho de que estés despierta”. Baski jadeó, dejando caer la toalla para abrazarla con fuerza. Remeta se dejó envolver en los brazos de su madre, “¿Mamá? ¿Qué ha ocurrido?”.Baski se apartó, “Tú y Corna se desmayaron. Pero, ¡me alegro de que estés bien ahora!”.“Recuerdo haber ido a ver al rey... Tratando de defender a mi reina... Recuerdo que el rey estaba muy enfadado... ¡Nos ordenó salir!”, jadeó, “Oh, mamá... mi Reina definitivamente está acabada”.“¿No recuerdas lo que sucedió después?”, preguntó Baski, asombrada. Remeta negó con la cabeza. Justo entonces, Corna respiró hondo, el pequeño abrió los ojos y miró a su alrededor. Parecía tan perdido como Remeta. “¿Dónde estoy?”.Baski lo abrazó, él miró a Remeta y pareció aliviarlo, al ver un rostro conocido. “Remeta…”.“A ver si entiendo algo, ¿n
Vetta estaba sentada en su habitación con la sensación de que el mundo entero se le venía encima de repente. Después de que el rey los despachara a todos, cuando llevó a Danika a sus Habitaciones, ella había seguido a Baski a su habitación y con palabras apresuradas, la mujer mayor le había contado lo sucedido con bastante alegría. Videntes. ¿Cómo es posible? ¡¿Cómo es posible que hayan reivindicado a Danika, el caso contra ella era muy fuerte?! Y no solo Danika se salvó de ser ejecutada mañana, ¡el rey sabe que la zorra lleva su hijo! “¡Danika, esa zorra!”. Alcanzó el jarrón de flores que decoraba su mesa y lo levantó por encima de su cabeza antes de lanzarlo al otro lado de la habitación. Se hizo añicos por todas partes. Vetta se puso de pie respirando rápidamente con rabia. Las lágrimas de rabia llenaron sus ojos. El rey ha aceptado a Danika. Todo se ha vuelto peor para ella y mucho mejor para Danika. La puerta se abrió y entró Talia con una bandeja de comida. “He traído
“Calma. Te va a dar una indigestión”. La voz profunda del rey sonó. Danika se giró con la boca llena de espaguetis y la salsa de tomate goteando de su boca y miró al rey con miedo y mortificación. Parecía un gato atrapado en una trampa. Soltó el plato de comida como si le quemara y se levantó de la silla de un salto. El rápido movimiento le nubló la vista, una ola de mareo la golpeó. Perdió el equilibrio. Unas manos fuertes la sujetaron de inmediato, estabilizándola. “No estás totalmente recuperada, Danika. Con cuidado”. Le indicó, sosteniéndola para que se mantuviera derecha. Sus manos sobre ella le recordaron su evidente estado de desnudez. Solo tiene una seda envuelta holgadamente alrededor de ella. Pero, eso no es lo principal que la tiene sorprendida mientras lo miraba fijamente. ¿Por qué se comporta así con ella? ¿Esto es piedad antes de la muerte? La sentó de nuevo en la silla y le acercó la comida, “Toma, come”.Ella lo miró de nuevo con esos ojos apagados y enfe
Mirándola a los ojos, se arrodilló ante ella.“¿Mi-Mi rey?”. Sus pensamientos hicieron un cortocircuito al ver lo que tenía delante. Estaba tan atónita que su cabeza se quedó en blanco y durante varios segundos no pudo procesar que el rey está arrodillado frente a ella. “Estos últimos días no han sido fáciles. Cuando vi lo que vi en el almacén, algo murió dentro de mí. Sentí rabia al ver cómo ese animal sostenía lo que es mío”, tragó saliva, con la rabia destellando en sus ojos, “Cuando me vienen a la cabeza los pensamientos de que ambos sean amantes, me encuentro luchando contra la locura. Mi rabia no conocía límites”.Las lágrimas llenaron los ojos de Danika mientras lo observaba. “Nunca me he acostado con otro hombre…”.“Sé que debería haber pensado en eso. Pero entonces, Baski soltó lo del embarazo y yo simplemente... me quebré”. Hizo una pausa y tragó saliva, “Fue la más grande bofetada que he recibido por no poder procrear un hijo”. Las lágrimas se deslizaron desde sus
El Rey Lucien nunca ha hecho esto antes, porque nunca ha querido hacerlo. Principalmente porque él piensa que es un acto degradante. Como inclinarse ante una mujer. Pero, esta noche quería hacerlo. Con ella, quería hacerlo.Separó los muslos de ella para sentarse completamente entre sus piernas. Su mirada sostuvo la confusa y tímida mirada de ella, mientras bajaba la cabeza y besaba el propio centro de su feminidad.Danika se arqueó con un grito de sorpresa. Volvió a sentir sus labios en su lugar más secreto y se quedó paralizada. “Relájate, Danika”. Él gimió, levantando la cabeza para mirar sus ojos muy abiertos y aterrorizados. “Relájate para mí”.El ardor en sus pulmones la hizo darse cuenta de que había dejado de respirar por completo. Arrastró el aire hacia sus pulmones, con las mejillas sonrojadas al encontrarse con sus profundos ojos azules. “¿Qué es-estás haciendo...?”. Tenía miedo de preguntar, pero se las arregló para hacerlo. Un escalofrío recorrió su cuerpo. El h
“No puedo, Danika. ¿Qué hay del bebé?”. Apoyando su frente en la de ella, gimió con voz afligida. “No, sí puedes, mi rey. Por favor, quiero volver a sentirte”. Su tono era tímido, pero también apasionado. “No puedo ser delicado. No sé cómo serlo. No quiero lastimar a nuestro hijo”. Frotando su abultada erección en el sensible clítoris de ella repetidamente, su respiración era agitada. Intentaba frenar el control de forma desesperada. Ella abrió los ojos, tan nublados por el deseo hacia él, que él nunca había visto una visión más hermosa en su existencia. “Puedes... Con-Confío en ti, Rey Lucien”.“Cielos”. El gruñido gutural salió de sus labios cuando lo último de su débil control se hizo polvo ante la inocente y sincera confianza en la voz de ella. Tiene que tenerla. También tiene que ser delicado, para no lastimar a su hijo. No sabe cómo serlo, pero lo intentará con todas sus fuerzas. Levantó la cabeza y miró hacia abajo entre sus cuerpos, hacia la parte palpitante de él
Danika se despertó con un tironcito en el pecho, una mano acariciando su cuerpo y un cuerpo moviéndose contra el suyo. Cuando sus ojos se abrieron lentamente, miró al rey que tenía la boca en su pecho y la mano acariciando sus costados. “Buenos días, mi rey”. Susurró, sus ojos buscaban automáticamente el reloj de arena en la mesa en el extremo de la habitación. Ya casi amanece. “Mmm”. Él gimió, sus ojos se cerraron en lo que casi puede interpretarse como felicidad. Su mano pasó de las costillas a su otro pecho y empezó a retorcer sus pezones. Ella gimió, su cuerpo se calentó bajo su ardor. Sintió la humedad entre sus piernas mientras él la acariciaba y succionaba. Su cuerpo se movió, y ella sintió que su cuerpo estaba listo y erecto para tomar el de ella. Él soltó la protuberancia --roja por su atención-- lo suficiente como para levantar la pierna de ella alrededor de su cintura y acomodarse contra su feminidad. Acostado uno al lado del otro, con la mano sujetando el muslo de e