capitulo 30

*¡Ay, Ricardo!*

Con una sonrisa, Richard levantó la frente de la frente de ella y besó su cuello hasta llegar a sus pechos y se los metió en la boca, uno a uno, sintiendo la dulzura de la piel de su amada.

- ¡Te amo Ana!

Pasó los dedos por su cuerpo y los empapó en su miel, jugando con su clítoris excitado e hinchado.

Anna suspira y Richard chupa sus pechos como si estuviera mamando, lo que la hizo gemir aún más fuerte.

Ella sujeta su pelo negro mientras él juega con la lengua en cada pezón, baja hasta su vientre chupando cada pedacito por donde pasa, encuentra el punto que más le interesa y se lo mete en la boca, chupando con fervor.

Anna gime tirando sus brazos detrás de ella agarrando la almohada. Richard abre los ojos, se deleita al ver el suave coño, juega con su lengua durante varios minutos. Es un maestro chupando grelinho, especialmente uno caliente como la mujer que ama.

Él gira a Anna sobre su espalda, pasa su lengua por su tirabuzón varias veces, mordiendo su cu