Capítulo 331
Marina le arrebató el celular de un jalón y al ver el video, quedó atónita, a punto de desmayarse. Exclamó en pánico:

—¡Dios mío! ¿Por qué el video de nuestra conversación se filtró?

No era de extrañar que todos los invitados se hubieran ido, pues recibieron la noticia de que vendrían los reporteros y, por supuesto, querían evitar verse involucrados.

—Mamá, ¡fue Celeste! ¡Esa maldita perra lo hizo! —escupió Isabella con rabia.

Marina también cayó en cuenta:

—Solo ella vino aquí sin motivo... ¡Nos engañó! ¿Dónde está esta puta? ¿A dónde se ha ido?

En ese momento, Héctor vio el contenido del video y su rostro también palideció.

Él sabía muy bien el impacto que podría tener ese video, y sin detenerse a pensar en cómo se habría filtrado, gritó:

—¡Contacten a alguien de inmediato y hagan que borren el video! ¡Bloqueen la información! ¡Rápido!

Si lograba resolverlo rápidamente, evitando que el video siguiera circulando, aún habría posibilidad de remediar la situación…

Jacob permaneció de
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