Capítulo 268
La última vez que se vieron, ella aún llevaba un bonito vestido cortito y se veía tan encantadora;

Pero ahora, frente a él, la joven ya estaba despeinada y sucia, con la piel pálida y los labios resecos, sentada inmóvil allí en el suelo, como una miserable mendiga.

Lorenzo nunca había visto a Celeste en tan lamentable estado.

Caminó firmemente hacia ella, y al ver su pálido rostro, sus ojos se oscurecieron drásticamente y envolvió a Celeste en un fuerte abrazo.

—¡Celeste, no tengas miedo!

Celeste estaba completamente sucia con un olor extraño, pero el hombre, que normalmente era muy quisquilloso con la limpieza, parecía no darse cuenta de eso y la abrazó con fuerza, como si al soltarla, ella pudiera desaparecer.

La habitación estaba en silencio terrible...

Después de unos segundos, Lorenzo soltó a Celeste de sus brazos y la miró frunciendo el ceño:

—Celeste, ¿qué te pasa?

Ella no hablaba, ni reaccionaba al abrazo, como si ni siquiera supiera que él estaba allí.

¡Ella no estaba en un
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo