Bzzz...El móvil de Andrés sonó de repente.Lo contestó y escuchó lo que decía la otra persona. No pudo evitar fruncir el ceño con una expresión seria mientras miraba a Lorenzo, diciéndole:—Jefe, la señorita Isabella López dice que tiene algo sobre Celeste que quiere hablar con usted...Lorenzo abrió lentamente los ojos, revelando su mirada profunda y fría.Andrés le entregó respetuosamente el móvil, y Lorenzo lo tomó con una mano, sin emoción alguna, y soltó una palabra fría:—Habla.La gélida voz cargada de autoridad del hombre hizo estremecer a Isabella, quien se tranquilizó pronto y comenzó a hablar: —Tío, ¿sabías que Celeste sedujo a Jacob? ¡Ella siempre ha estado en contacto con Jacob!Lorenzo entrecerró los ojos: —¿Ella sedujo a tu esposo?—¡Es verdad! ¡Tengo pruebas! Celeste te está poniendo los cuernos...—¡No la calumnies! Eres fea y no puedes mantener el corazón de tu esposo, ¿qué tiene que ver mi mujer?Lorenzo ni siquiera tenía la paciencia de esperar a que ella termina
El avión llegó a la ciudad y Jacob alquiló un coche. Cuando llegaron al pueblo ya era de noche.La casa de Fernando era una vieja casita de dos pisos.—¿Será que ni siquiera vive aquí ahora?Celeste frunció el ceño al ver las ventanas oscuras de la casa, parecía que nadie había vivido allí en mucho tiempo.—Voy a preguntarle a los vecinos aquí. Espérame aquí —le dijo Jacob.Dicho esto, fue a la casa del vecino de al lado y después de un rato regresó y le contó lo que averiguó:Fernando vivía ahí, pero tuvieron mala suerte, pues Fernando se había ido a apostar hacía tres días, pero este tipo tenía una costumbre de regresar a casa cada cinco o seis días.—¿No había pedido todo el dinero en la capital? ¿Acaso este tipo tiene trabajo? —Celeste frunció el ceño.Jacob ya se había informado sobre eso y le respondió con seriedad: —Ya se lo pregunté y me dijeron que Fernando ha vivido aquí por más de diez años, pero nadie lo ha visto trabajar. Sin embargo, parece que no le falta dinero, dice q
Con esas pocas palabras, Celeste percibió el intenso aire gélido del hombre. La temperatura a su alrededor parecía haber descendido varios grados.El dedo de Celeste que iba a colgar la llamada se detuvo seco en el aire, sorprendida.Aparentemente, Lorenzo estaba de muy mal humor...¿Qué le había pasado?De repente, ella se arrepintió a llamarle en ese momento... Por lo tanto, solo le preguntó con voz suave:—Margarita me dijo que me habías buscado. ¿Qué pasa?—¿Dónde estás?Celeste se sintió un poco culpable y le respondió con calma:—Estoy en mi pueblo natal como lo que Margarita te dijo.Ella no quería que Lorenzo se enterara de su investigación entre las dos familias.Además, Lorenzo no quería que ella tenía contacto con Jacob... Ella no podía dejarlo saber que había salido con Jacob, por lo que solo podía usar el pretexto de que había regresado al pueblo.Sin embargo, no sabía si era su ilusión, después de escuchar sus palabras, el estado de ánimo de Lorenzo se empeoró aún más...
Ella se sentía un poco impotente... Aunque el tipo malhumorado de Lorenzo ya no la llamaba por teléfono para torturarla por la noche, la atormentaba en sus sueños, sin dejarla dormir bien...¿Habría sido una pecadora en su vida pasada para encontrarse con este tipo ahora...?Pensando en el tono poco amable del tipo de anoche... Ella no pudo evitar pensar cómo estaría ahora.Solo esperaba que estuviera de mejor humor, de lo contrario, los que la iban a pasar mal serían los que estaban a su alrededor...Pensando esto, ella se levantó, se arregló y salió de la habitación.Afuera, el auto que Jacob había alquilado estaba estacionada en el patio.A través del parabrisas, vio al hombre acostado en el asiento reclinado, todavía dormido.Al recordar las reacciones de Jacob del día anterior, le pareció que durante todo este viaje, Jacob se había vuelto más amable con ella, algo bastante raro.De todas formas, no le dio muchas vueltas y rodeó el auto para ir al vecino. De pronto, vio a un hombre
La mirada sombría del hombre le provocó a Celeste una inquietud inexplicable. Solo entonces se dio cuenta de que Jacob aún la tenía en sus brazos.Ay... ¡A Lorenzo no le gusta que ella tenga contacto con Jacob! Seguro que ahora se había malinterpretado todo.—Jacob, bájame —le dijo a Jacob en voz baja.La pupila de Jacob se contrajo ligeramente. La última vez, no estuvo a su lado, eso permitió que Lorenzo se aprovechara.Esta vez, ¿tenía que devolverla a ese hombre de nuevo?No quería hacerlo.Al ver que el hombre no se movía, Celeste frunció el ceño: —Él tiene mal carácter, rápido, bájame.Qué extraño, al ver llegar a Lorenzo, ¿por qué Jacob no la bajó de inmediato? ¿Por qué la seguía abrazando así?Él tenía mal carácter...Jacob frunció el ceño.Podía ver que Celeste estaba nerviosa. ¿Le tenía tanto miedo a Lorenzo? ¿Ese hombre la regañaba con frecuencia?Sin embargo, su reacción actual hace que pareciera una pareja susurrando en secreto a los ojos de los demás.¡Andrés casi no se a
Celeste se quedó completamente perpleja. Jacob había visto a Lorenzo, y ellos aún estaban en una postura tan ambigua... ¿No debería explicarle la situación y bajarla de inmediato? ¿Por qué había dicho estas palabras? ¿No sabía que esas palabras provocarían a la dignidad de un hombre?Lorenzo, sin parpadear, clavó sus ojos penetrantes y helados en Jacob. Le dijo fríamente: —No solo soy rudo con las mujeres, también lo soy con los hombres. ¿Quieres comprobarlo?Ya no se molestaba ocultar su aura intimidante.Habló apagadamente: —Esto son los medio de señor Vargas, mantenerle contigo de una forma brusca, hacer que te tenga miedo, ¿te satisfaces?Celeste se quedó increíblemente sorprendida por las palabras de Jacob. ¿Ese hombre no sabía qué demonios estaba diciendo?Lorenzo entrecerró sus ojos peligrosos, sin apartar la vista de su actual enemigo.El silencio se volvía cada vez más tenso y sofocante.—Jaja...La risa fría y burlona del hombre resonó y al siguiente instante, ¡Lorenzo leva
Celeste de repente abrió los ojos como platos.No era la primera vez que se besaban, pero en este momento ella solo sentía humillación. Su interior se resistía instintivamente y lo empujó del pecho con las manos.Pero Lorenzo ni de loco le iba a dar la oportunidad de apartarlo.El fortachón la tenía bien agarrada entre sus brazos. La besaba violentamente, como si quisiera devorarla a viva.No muy lejos, Jacob también vio la escena y su rostro cambió drásticamente. Forcejeó con todas sus fuerzas, pero pronto fue derribado de nuevo. Solo podía mirarlos fijamente.¡Su Celeste!...Celeste también estaba forcejeando con todas sus fuerzas, pero hasta que casi se quedó sin aliento, seguía entre los brazos de Lorenzo.De repente tuvo una sensación inexplicable, como si no importara cuánto se esforzara, no podría escapar de este hombre.Su cuerpo estaba demasiado familiar a Lorenzo, incluso en esta humillante situación, no pasó mucho tiempo antes de que se sintiera debilitada y casi no pudiera
—¡Quítate la ropa y compláceme!La aterradora mirada gélida de Lorenzo se clavó en ella.Celeste estaba conmocionada al máximo.¿Cómo la veía él?¿Acaso ella era una mujer como una prostituta?—¡Lorenzo, eres demasiado!Los ojos de Celeste se enrojecieron de ira, y apartó su mano con fuerza: —¡Vete! ¡No quiero hablar contigo!Al ver sus ojos enrojecidos y, de alguna manera, Lorenzo se ablandó un poco.Sin embargo, los siguientes movimientos violentos de Celeste para resistirse lo enfurecieron aún más...¡Este gesto era como si ella se resistiera a tener intimidad con él!La miró fijamente a los ojos y la interrogó:—¿No dijiste que no pasó nada entre ustedes? Entonces demuéstramelo, ¡sigue siendo mi mujer!—¡¿Puedes ser razonable?!Esta supuesta demostración solo le parecía humillante, algo que no podía aceptar.La mirada de Lorenzo se volvió repentinamente feroz, y con sus largos dedos le sujetó la barbilla: —¿Ya no quieres que te toque?Hace unos días ella aún disfrutaba de entrega