En medio de la noche escuché unos gritos que me alertaron, me puse de pie y al salir de mi habitación descubrí que provenían de la habitación de Alexander, era su voz pero parecía suplicar por algo, sin pensar fui hacia allí, y lo encontré estaba dormido, pero murmuraba cosas, su voz se entrecortaba, y de pronto empezó a mencionar el nombre de su hermana.

Me acerque mientras trataba de despertarlo, note la angustia en su voz, y su expresión me rompió el corazón, empecé a preguntarme que tan cruel era el contenido de ese video, la idea de verlo vino a mi mente, pero una nueva queja de Alexander me hizo volver a la realidad.

-Alex, despierta- toqué su rostros mientras mi voz salía dulce y serena- Alex es una pesadilla-.

Su semblante viajaba del susto al odio, agarró mi mano aún con los ojos cerrados, y ejerció un poco de fuerza, sentí el dolor en la muñeca y el cada vez me apretaba más.

-Alexander, necesito que despiertes- me acerque a su oído y susurré aquello- vamos solo abre lo ojos