Un nuevo día

—Aquí estoy, pueden dejarme dormir despues de corroborar quien sabe que, no saben cuánto los odio en estos momentos

—¿Si vez en que fachas vienes a presentarte frente a mi esposa, Bautista?

Me reí de la cara de Columbus al ver las fachas de Bautista (solo tenía puesto un bóxer de esos a cuadritos) la vena de la frente se le queria reventar de tanto que apretaba la mandíbula

—Cálmense señoritas, no se para que el señor Hancks lo llamo, si tiene algo que acotar a esta discusión puede hacerlo y regrese a dormir, ya no lo vamos a molestar señor Bautista

—Nada de señor cuñada, soy Bautista, diganme que quieren saber

—El día de la boda, yo me quedé en la oficina, como estuve haciendo toda esa semana ¿Dormiste en mi habitación?

—Claro que sí, sabes que hago eso cuando tú no estás, es el mejor dormitorio de roda la casa, si llego alguien se metió en la cama y me hizo un oral de infarto, no pude ver quien era porque todo estaba oscuro, se lo agradecí un mundo, estaba liviano para lo que venia

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