ARIEL
«Qué horror» esa es palabra, no entiendo que hace esta mujer aquí sinceramente y el ambiente pasa de aburrido, a pesado y viceversa. Siento que la odio en este momento mientras Michael intenta hablar con ella de forma pacífica, pero creo que esa mujer no sabe qué es eso.
La tribuna comienza a llenarse y nosotros en medio de esta llamando la atención y le sonrió a Sofía que mira para disimular el incómodo momento. No quiero que la niña se desconcentre por pensar que estamos peleando,
—Camelia, por favor vete —detrás de ella esta Karina que no me da buena espina para nada—No tienes nada que hacer aquí y más cuando terminamos hace unos días.
—Vine aquí queriendo apoyar a la niña, sabes que quiero mucho a Sofia—que hipócrita es, la niña no le importa para nada— porque
ARIELMe estiró en la cama antes de levantarme, dirigirme a la ducha y alistarme para un nuevo día. Es jueves y la semana se me ha ido rápida y muy interesante debo decir con nombre propio.Acomodo el vestido en silueta, me organizó rápidamente y salgo para ocuparme de los pequeños que aún no se han levantado y deben estar agotados de un tan agitado para ellos. La pasaron genial con su padre, además de los triunfos y el aprendizaje que es lo más importante en todo caso.Reviso entonces a los pequeños y salgo de la habitación porque tengo algo importante que hacer antes de irme para la empresa. Michael ya esta en la mesa desayunando y me escabullo hacia la cocina donde se encuentra Karina.—Buenos días—saludo amablemente y todas responde—Karina podemos hablar por favor.—Yo no tengo nada de que hablar contigo—está a la defen
ARIEL—Necesito que llames a Leonardo—estoy en la oficina de mi jefe—quiero aclarar de una buena vez y por todas esa situación.Es el hombre, el triángulo amoroso que vivio Michael y su esposa, lo culpa de quitarle un cliente.—Eso seria lo mejor, ya mismo lo llamo y concreto una cita con el hombre.—Muy seguramente se negara, pero tu insiste, lo conozco.Al parecer le duele perder a su amigo.—Quisieras volver a tener la misma amistad—suspira anclando su vista a la mía.—Quisiéramos muchas cosas, pero evidentemente hay cosas que cambian y otras que no. Leonardo nunca me lo va a perdonar porque mi esposa fue el amor de su vida y la sigue amando y mientras ese sentimiento exista, eternamente seremos enemigos.—Entiendo.No digo nada más, parece que el tema lo afecta demasiado y creo que no es muy divertido escarbar viejas herida
ARIELNo me le arrugo en ningún momento, la mujer me escruta sin yo saber que es lo que busca, pero supongo que me ve como menos ante una mujer como ella. Hay que ser sinceros y la mujer es hermosa, atractiva, tiene un cuerpo sensacional y comprendo porque Michael estaba loco por ella.Aun asi, se muy bien que la belleza no lo es todo y Michael parece un hombre superficial, pero se que tambien busca la belleza interior.—Que tanto miras Camelia—rompo el incómodo momento—¿Qué pasa, dime para que me citaste aquí?—Solo te observo y no eres gran cosa como para que Michael me dejo por ti, eres muy poca cosa Ariel.—Para eso me llamaste y me citaste, para regodearte en tu belleza, diciéndome lo fea que puedo llegar a ser a tu lado—no dice nada y continuo—pues pierdes tu tiempo Camelia porque realmente las palabras de una mujer tan vacia como tu, no me causan ni cosquilla
ARIELSiento que apenas respiro con su mirada puesta en mí y no solo eso, algo se rompe cuando abraza a su mujer que lleva a su hijo.Mis ojos detallan a la criatura cubierta por una manta azul y tuvo un niño como tanto lo había deseado.—Mucho gusto Ariel, soy Mercedes.Controlo las pulsaciones cuando la mujer me ofrece la mano y la acepto apretándola con la mía temblorosa.—El bebé es muy lindo —comenta mi amiga—¿como se llama?Dice Abril, haciendo lo que yo no, ya que apenas puedo respirar.Los recuerdos me invaden y las ultimas semanas pesan mas cuando me olvide de mi misma cayendo a un poso que casi me cuesta la vida.—Se llama como su padre.Lo descubre y se parece a el, rubio de ojos azules.Muy lindo, tiene lo que yo no pude y el recuerdo de perder a mi hijo duele demasiado, aun después de varios m
ARIELPienso muy bien mi siguiente respuesta, ya que deseo abrir la boca solo para hablar con el corazón, miro a los ojos a mi jefe el cual me pide que hable y me hago a un lado saliendo del yugo que genera su cuerpo y mirada.¿Que sentí? Fue como un enfrentamiento entre mi presente y pesado que pesan, que me arden y me angustian del mismo modo que me confunden. Sin embargo también siento mucho alivio, alivio de no sentirme inmersa en la misma olla de porquería en la que viví con su partida y mi pérdida.Me giro para verle a los ojos, estoy segura de lo que voy a decir y le sonrió antes de musitar las palabras.—Por el nada —digo segura —nada Michael, aunque debo reconocer conocer que ver a su hijo me trajo nostalgia del pequeño que perdí, pero por Antwan ya no siento nada.Se acerca restándome oxígeno.—E
ARIELSoy como un ánima en pena deambulando por toda mi habitación sin saber que hacer con el mensaje enviado por mi ex. ¿para que desea verme? ¿Qué quiere decirme? Dios tantos conflictos internos que se me forman sin tener una idea clara que de hacer.No le respondo, decido mejor dejar las cosas así y más cuando no tengo idea de cómo consiguió mi teléfono. No puedo dormir, conciliar el sueño me es imposible y toda la noche doy vueltas en la cama pensando en muchas cosas.Michael es otro que no puedo sacar de mi mente. Sobre todo cuando pienso en las cosas calientes que hemos estado haciendo, el deseo que emerge cuando lo tengo cerca, lo que desencadena y lo que no puedo controlar. ¿Que voy hacer con todo lo que estoy sintiendo y si no puedo parar después? Me da miedo llegar a ese momento porque cada vez me vuelvo mas adicta a su besos, al calor de su cuerpo y la forma tan
ARIEL–No Michael, no me gusta que ahora vuelvas con esa mujer cuando sabe las intenciones que tiene.—Necesito comprobar que es lo que quiere de mi familia, no te enojes cuando inclusive te estoy diciendo lo que pienso hacer y te estoy pidiendo ayuda.Me levanto de la silla porque no Quero que la toque, no quiero que esa mujer le ponga una solo dedo encima y la sola idea de imaginar que se besan me arde por dentro. No sé de dónde salen estos celos que se vuelven tan enfermizos y no debería cuando no tenemos nada. O en sí, nada serio.—No entiendo que es lo que te enoja Ariel.Me abraza desde atrás—Te acostar as con ella —me gira para que lo observe mientras contengo las ganas de llorar—no quiero que te toque Michael.—Eso no pasará, confía en mi por favor —aparta el cabello de mis hombros—la &uac
ARIELHiperventilo mirando a Antwan que llega con un regalo que le entrega a mi hermana la cual me mira asustada. No puedo creer que ese hombre esté aquí y me pongo nerviosa cuando Michael se da cuenta de mi estado.Carajo, que hace ese hombre aquí, no debería, no cuando ni siquiera pude responder a su mensaje porque pese a la recomendación de Michael, no quiero verlo o por lo menos no aun.Mira detrás de él y con eso se da cuenta porque de mi estado catatónico. Respiro profundo con varias miradas sobre mí.—¿Ariel estas bien?Sofía también nota mi palidez y le sonrió a la niña para que no me preste atencion, acarició su cabello haciéndome la tonta y no enfrento a mi ex, me giro para jugar con los niños hasta reponerme del impacto.Hay niños también de invitados con los cuales como cobarde me pego a e