"¿Qué crees que hice?"

Scarlett estaba hirviendo y yo estaba tratando de mantener mi temperamento bajo control, pero era difícil. ¿Por qué siempre pensaba lo peor de mí?

¿Cómo podía pensar que hice algo por capricho?

Miré a la mujer que me había empujado contra la pared, porque yo dejé que lo hiciera, dejé que me empujara porque creí que no me haría daño, pero ahora lo dudaba.

Mis ojos se clavan en el tatuaje de su cuello y mi ira ardió. La aparté de mí, ella soltó un aullido y se tambaleó hacia atrás, pero antes de que recuperara el equilibrio y me gritara un millón de preguntas, le rodeé la cintura con el brazo y la sostuve.

Se quedó en mis brazos y así permanecimos por un rato. Sus respiraciones eran profundas mientras yo estaba mirando la luna creciente con rosas que crecían fuera de ella.

"Siento haberte gritado, Alfa Roman." Las palabras fueron susurradas, pero asentí de todos modos porque las oí.

"Temes por tu hija y comprendo tu enfado."

Mi mano se movió a su cuello y frot