“¿Qué quieres decirme?”

Myrtle se sentó en el sofá frente a mí y se quedó un rato mirándose las uñas. Era una mujer mayor, pero cuidaba su aspecto y esa era una de las razones por las que me gustaba.

Una mujer peligrosa se habría mostrado altanera, pero cuando levantó la vista hacia mí, esperé a que evaluara la situación actual antes de hablar.

“Voy a decir algo que te va a molestar, Alfa Roman. ¿Puedo continuar?” Era una anciana sabia y la mejor amiga de mi madre.

“Nunca lastimaría a un miembro de mi manada, mucho menos a un miembro de mi consejo, por lo que puedes hablar libremente.”

“Te han mentido.”

Quedé atónito al oír eso y enarqué las cejas de golpe. “¿Qué?”

“Te han mentido, Alfa Roman, de hecho, nos han engañado a todos. Algo muy grande está a punto de suceder y ni tú ni yo podemos hacer nada al respecto por ahora.”

Myrtle giró la cabeza y vi cómo apretaba los dientes. Era una anciana muy sabia, de hecho, los hombres lobo no envejecemos como los humanos o al menos no tan ráp