Punto de vista de Maeve

El viaje de vuelta a la mansión fue... inquietantemente silencioso. Cada vez que echaba un vistazo a Xaden, me daba cuenta de que estaba absorto en sus pensamientos, reflexionando una y otra vez sobre lo que había pasado ayer.

Sus ojos, normalmente fuertes y despiertos, estaban vidriosos por la emoción contenida. Parecía que acababa de despertar de una pesadilla. El Príncipe Alfa vengativo e implacable de aquella mañana había desaparecido... sustituido por un joven asustado y agotado que parecía necesitar un abrazo.

La culpa pesaba sobre mis hombros. Todo esto era mi culpa.

Debería haber insistido más en ir sola. Desde que tenía uso de razón, había soportado sus abusos completamente sola. Nunca hubo nadie que me consolara, que me abrazara, que me protegiera. Ir sin Xaden habría sido... más angustioso, lo admito, pero preferiría haber pasado por el tormento yo misma que hacerlo pasar a él ni un segundo.

Él no tenía que experimentar nada de lo que pasó.

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