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Sumergido en los pensamientos

Antes de salir a su apartamento, Derek aprovecha para hablar con su padre de lo que venía pensando. 

—¡Padre, te quiero proponer algo! 

—Hijo, estoy muy feliz por los avances de la empresa. A ver habla ¿Qué me quieres proponer? 

—Quiero emplear la idea de los software en nuestra empresa de España. Aquí tenemos Olmos Technology. Esa empresa es la competencia, pero en España estamos solos. Esto nos beneficiaría más. 

—No puedo creer lo que escucho. Yo voy a invertir en mi empresa, esta idea nos hará crecer y su patrimonio crecerá. La competencia siempre ha estado ahí. 

—Padre, en España no tendremos competencia y podríamos seguir extendiendo a otros países, en la que aún no implementa el sistema inteligente. 

—Hoy te regalo la empresa de España, al final eres tú quien te ocupas de mantenerla a flote. Pero yo voy a invertir en World Technology "mi empresa". 

—Esos equipos y los ingenieros de sistemas son muy costoso Padre, no tengo el dinero necesario. 

—Mañana te daré los documentos de propiedad de la empresa, pero solo eso. Ahh! Y no piense que te llevarás a Perla. 

—Venderé mi apartamento si es necesario, pero no dejaré pasar esta oportunidad y aunque no me lleve conmigo a Perla, necesito de su ayuda. 

—Eso no te lo puedo negar, puedes pedir que te guíe, pero sin salir de esta empresa. 

El señor Sr. Daniel sale por la puerta, dando la espalda a su hijo Derek y dejándolo sumergido en sus pensamientos y planes para adelantar. 

¡Ring! ¡Ring! ¡Ring! 

—¡Hello! 

—¡Hola mi chico malo! 

Después que Derek escucho la voz de aquella mujer, no sabía si responder o simplemente cerrar la llamada. 

—¡Ahora no! 

—Me haces falta. Llevas meses sin atender a tu loba ¿Ya no quiere que te arañe? 

—La verdad es que deberías buscar otra persona para entretenerte, yo estoy muy ocupado. 

Fue lo único que Derek le dijo y colgó el celular. Recoge sus cosas y sale a su apartamento. Pasa la noche completa haciendo cuentas y buscando la forma de poder invertir en ese negocio, ya que él sabía que es la mejor propuesta que jamás había escuchado. Se queda dormido en su escritorio a las 3:00 de la mañana. Cuando se despierta y mira el reloj son casi las 9:00 am. Llama a su secretaria y deja la excusa para faltar al día de trabajo y así quedar en su apartamento descansando y planeando el próximo paso. 

—¡Buenos días, Ana! -saluda Perla. 

—¡Buenos días! 

—Avisa a Derek que necesito hablar con él, Por favor. 

—Tendrá que ser en otro momento, ya que el señor Anderson llamó y dijo que no vendría a trabajar porque se siente mal de salud. 

—¿Acaso se va a acabar el mundo? Mi hermano, el indestructible, quien nunca falta a trabajar, aviso que no vendrá, ¡eso sí que es una gran sorpresa! - Dice Kevin en forma de burla. 

—Ana, ¿Mi hijo te ha dicho que está enfermo? - Pregunta el Sr. Daniel. 

—Solo dijo que tomaría el día para descansar y resolver unos asuntos, pero como él es reservado y solo falta cuando se enferma. Deduje que esa fue la causa de no estar aquí hoy. 

—Ana, si la información no es confirmada no hagas especulaciones. Estoy seguro de que Derek está bien. - Agrega el Sr. Daniel. 

—Padre, me fue casi imposible ingresar a este piso ¿Acaso estamos en alerta de robo? 

—Perla olvidaste tomar las huellas de mi esposa y mi hijo Kevin. 

—Señor, como ellos no trabajan en las instalaciones, no debes estar registrado, pero tienen carnet oficial. Este carnet solo pueden usarlo ellos, para que el sistema los detecté. Una vez que pasen por el lector, el sistema identifica su rostro y tendrán acceso. 

—O sea que con este sistema sabrán quién entra y quién sale de este piso ¿Y todo lo que se habla también? 

—¡No! El sistema de voz es ilegal, ya que infringe normas, pero sí queda todo registrado. Por eso es el equipo de seguridad más avanzado del mercado. 

—Eso está genial. ¡Me gusta! - Dice Kevin. 

— Debes pasar al sistema a registrar y verificar tu carnet. 

—Le llevaré también el de mi madre. 

—Ella debe venir personalmente para hacer el proceso que tendrás que hacer tú ahora. - Permiso me retiro a mi oficina. -Dice Perla. 

—¿Qué le ibas a mostrar a mi hijo Derek? Él no está, pero sí te puedo ayudar. ¡Aquí estoy! 

—Él ayer me pidió que le mostrará cómo funciona el sistema para aprender todo lo referente. 

—¡Bien! Sería bueno que aprendiera. Mi hijo es ambicioso a la hora de aprender y eso me parece excelente. 

En lo que mira a su otro hijo que lo único que le interesa es la fiesta, dinero y mujeres. 

— Perla cuando regrese del área de sistema necesito hablar contigo ¿Tienes tiempo para mí? 

—Si es lo que estuvimos hablando ayer, la respuesta es la misma. - Responde Perla. 

—¿Qué es eso que tienes pendiente con Perla? ¿Acaso también está interesado en el sistema? 

—Estoy interesado, es en ella, padre. -Responde Kevin. 

—Es lo que te interesa ¡Mujeres! Ella te ha dejado claro que no quiere acosos, te lo he advertido varias veces. 

—Entiendo padre. Como no es Derek no me apoyas. Puede quedar usted tranquilo, no tengo que acosar a una mujer para conquistarla, ¡yo soy un caballero!. 

—Yo no justifico nada. Solo me gustan las cosas bien hechas. 

Kevin lo escucha y se retira a sistemas. Hace mil preguntas estúpidas, termina y sale a buscar a Perla. 

¡Tock! ¡Tock! ¡Tock! 

Perla lo hace pasar y luego que lo ve pone los ojos en blanco. 

—Hermosa dama subo la oferta a 3 millones de dólares. ¿No te tienta salir de ese lugar tan feo que vives? 

—Ya te dije que no aceptó. 

—Perderás una oferta que jamás volverás a escuchar. 

— Por favor necesito concentrarme, tengo mucho trabajo. 

Kevin volvió varias veces más hasta que se cansó de insistir. 

Mientras Derek seguía armando el rompecabezas para conseguir el dinero que necesitaba y poder comenzar su proyecto. Se la pasaba día, tarde y noche, sumergido en sus pensamientos y trasnochado. Así pasó un mes. 

—¡Hola Derek! ¿Cómo estás? 

—Hola Perla. - Responde desanimado. 

—¿Me necesitabas? Te cuento que todo está saliendo muy bien, esta noche tu padre va a cerrar un negocio. Lástima que por la competencia tengamos que bajar los precios. 

—Perla. Eres una excelente contadora, necesito que revises mis propiedades y si es posible las acciones de la empresa. 

—¿Qué deseas hacer? Con estos documentos. 

—Necesito conseguir 6 millones de dólares para poner en práctica la idea que me diste hace un mes de llevar el sistema de actualización a España. 

—¿Pero y qué le falta, el capital? 

—Mi padre me regaló la empresa, pero me gastaría 20 millones para modernizar e invertir en el sistema. Solo he conseguido 14 millones y no quiero iniciar hasta tener todo el dinero. 

—Creo tener una solución para plantearte. Solo que no puede ser aquí. 

—Te espero esta noche en mi apartamento. 

—No quiero rumores, Derek. En esa zona viven varias personas de la empresa, incluyendo tus padres. 

—Pues nos podemos ver en un restaurante y cenar juntos. 

—Te invito a mi casa. En esa zona no hay nadie que nos relacione. 

—Pero ¿Cuál es el misterio? 

—Te espero a las 9:00. Es un lugar feo, pero valdrá la pena lo que te diré. Te lo aseguro. 

Derek no pensó en faltar, ya que sabe que Perla es una mujer de buenas ideas. Esa reunión lo tenía motivado e impaciente.

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