Tiffany se rió tan fuerte en Arianne que casi podría confundirse con una convulsión. "¡Oh Dios mío! Oh. Dios. ¿Así que ahora has perdido tu agencia personal? ¡Vamos, cariño, eres tú el que tiene la joya de la corona en tu barriga! ¡Tú eres la jefa ahora, no él! Podrías linchar a Mark hasta la muerte, y él todavía no podría dañarte ni un pelo de la cabeza en defensa, ¿entendido? Tienes que ser despiadada ahora mismo, en este mismo instante, porque ya no volverás a tener esta oportunidad. ¿No sabes que una mujer está en la cima del poder durante su embarazo? ¡Así que sí, sé una tirana, hermana! Una vez que nazca ese niño, ¡nunca recuperarás ese poder!", ella recordó. "Ahora, si logras obtener su ‘permiso’, dímelo y llamaré a Tanya. ¡Tendremos hot pot juntas por la noche! Conseguiremos el picante y tu puedes tomar el caldo no picante. Quiero decir, escuché que la comida que es demasiado picante podría hacerle daño a una madre embarazada".

Con solo mencionar el hot pot, Arianne tragó saliv