Lillian miró a Tiffany. "¿Ni siquiera comes lo que cocinas y esperas que yo lo coma? Sabe horrible... Tú puedes cenar en un restaurante, pero ¿quieres dejarme en casa? En el pasado pensaba en ti cada vez que comía algo bueno, deseando que tú también pudieras probarlo. Mocosa ingrata. Arianne, ¿no te parece?”.

Arianne tenía una sonrisa incómoda en su rostro. "Está bien, Tía Lane. Pida lo que quiera".

Lillian sonrió con satisfacción. "Arianne es más sensata. Casándose con un buen marido, sin tener que preocuparse por la comida y la ropa. En su vida, ya su pan viene untado con mantequilla. Tiffie, aprende de Arianne. Mira el tipo de novio que encontraste para ti. Me enojo cada vez que pienso en Ethan. Olvida lo mucho que perdimos por él, pero ¿qué pasa con tu juventud? Al final, no obtuvimos nada".

Tiffany hizo una mueca. "Mamá, no solías hablar tan groseramente. Incluso si somos pobres ahora, eres la Sra. Lane. ¿Puedes cuidar tu vocabulario? Come si quieres. Ari es mi mejor amiga, no