“Hiciste esto a propósito, ¿no?”. Miró a Jackson de manera acusadora.

“No, no lo hice. La copa de vino estaba en el reposabrazos cuando me fui. No sé cómo se derramó”. Jackson se encogió de hombros inocentemente.

“Me estás poniendo las cosas difíciles deliberadamente, ¿no? ¡Sabías lo cansada que estoy de limpiar y me creaste otro desastre! ¿Cómo se supone que voy a limpiar este sofá?”. Tiffany parecía estar a punto de llorar porque no tenía absolutamente ninguna experiencia en limpiar un sofá manchado.

Jackson se echó a reír al instante. Pensó que Tiffany lo iba a acusar de ensuciar deliberadamente el sofá para obligarla a someterse. No esperaba que su mente fuera tan pura. Era como si su cerebro no funcionara como el de una persona normal.

Ya era medianoche y Tiffany finalmente aceptó el hecho de que hoy no iría a casa. Aun así, insistió en no compartir la misma manta que Jackson. Al menos, se sentía más segura de esa manera.

En el Chalet de Tremont...

Nina estaba obligando a Ar